Una historia singular de un prestigioso escultor miniaturista
Hace tiempo, a raíz de ir buscando información para realizar algunos de los artículos que vienen apareciendo en Ajedrez 365, me encontré con una serie de fotografías en un archivo histórico del NO-DO, fechado en marzo de 1956, sobre un original juego de ajedrez que estaba construyendo, o ya había construido, un señor llamado Manuel Tobella i Adroher, erudito escultor miniaturista de madera. En la siguiente imagen le vemos en su domicilio de Barcelona -fijaos en el autobús que se distingue a través de la ventana- con todas las herramientas que empleaba para el trabajo. Eso sí, con el cenicero no muy lejos para depositar en él los restos de los cigarrillos. Más adelante ya veremos más detalles sobre ello.
En el transcurso del artículo intentaré hablar algo sobre él, de lo poco que había encontrando en mis pesquisas y de lo mucho que pude hallar con posterioridad, gracias a haber podido contactar con uno de sus hijos.
Con anterioridad había leído una nota, publicada en Mundo Deportivo el 30 de noviembre de 1945 por el docto y nunca olvidado periodista Ricard Guinart Cavallé, mezclada con un extenso informe del Torneo de Ajedrez de Londres, del desarrollo del Campeonato de Cataluña por equipos, de las simultáneas de la campeona de Cataluña Gloria Velat y de la afiliación del Horta Alfil Club a la Federación Catalana de Ajedrez, donde se hacía eco del magnífico juego de ajedrez tallado por Manuel Tobella, en los términos que voy a relatar:
“Un juego de ajedrez de valor artístico y en la residencia del Dr. Monistrol y Sala ha tenido lugar el «estreno» del mismo, cuyas figuras están representadas por personajes de la Corte de Carlos I de España (*) y Francisco I de Francia (**), construido por el notable escultor miniaturista de madera, Manuel Tobella Adroher (ver uno de los juegos en la imagen que seguirá). La primera partida ha sido a cargo del señor Medina, actual campeón de España, y el señor Llorens, ex subcampeón. Seguidamente actuaron el señor Vilardebó y el señor Ingelmo. Las piezas son de gran valor artístico”.
Sigamos. Ahora podemos ver todo un juego completo… o, mejor dicho, el tercero de los que creó…
(*) Supongo que el cronista se confundió y debía haber anotado Carlos V, tal como veremos más adelante (de todas formas Carlos I de España y Carlos V de Alemania eran la misma persona).
(**) Existe una duda sobre este particular, puesto que en otros medios se indica que las piezas fueron copiadas de pinturas de famosos e inspiradas en la corte de Felipe IV, de España y Luis XIII de Francia. Más adelante intentaré ampliar este detalle y resolver esta incógnita cuando hable del tercer juego.
La imagen que sigue procede de uno de los libros de los que se sirvió para copiar alguna de las figuras. Más adelante incorporaré más fotografías del libro… (Por encima del dibujo se ven los diferentes trocitos de madera que iban saltando de su modelación)
En todas las imágenes veremos que Tobella siempre tenía a mano algún libro de donde intentaba inspirarse para tallar sus obras. En los últimos juegos recurrió a la Historia de España (tomos Casa de Borbón y Casa de Austria) y a las Mil Figuras de la Historia, editados por el Instituto Gallart. Las piezas de todos los juegos de ajedrez fueron realizadas en madera de boj para las blancas y de serbal -o acerolo- para las negras, pero en otras obras recurrió generalmente al boj.
En la talla Manuel Tobella Adroher no utilizaba ningún tipo de torno ni instrumento mecánico. Se servía únicamente de las herramientas que también iremos viendo en las fotografías que seguirán. Básicamente un compás, tijeras, cartabón, lupa (especialmente en sus últimos años), punzones, formones y gubias de diversos filos y cañas, punzones, berbiquí, martillo, una pequeña sierra y afiladas cuchillas… Para terminar el juego del que estoy hablando necesitó de dos años y ocho meses -desde 1942 a 1945-, en jornadas diarias de cinco horas; las únicas que permitían su tiempo libre de funcionario provincial de Barcelona.
Aunque no intento hacer ningún tipo de comparación, ya comenté en su día en este otro artículo…
… que el amigo Valeriano Lastra confeccionó, más o menos en 1980 y para el club que en aquellos momentos yo presidía, una serie de murales y juegos de ajedrez totalmente hechos a mano y también de un gran valor artístico, aunque en modo alguno de la dificultad y categoría del de Tobella. En dicho enlace podéis encontrar una pequeña muestra de ello con la imitación del Joc Català d’Escacs, que también me he permitido incorporar encima de estas líneas.
Existe en Cataluña un pueblecito -Sant Pere de Torelló-, situado en una zona montañosa en la comarca de Osona, que siempre se ha distinguido, entre otras cosas, por fabricar juegos y piezas de ajedrez en madera de boj, boj que recogían de las montañas limítrofes al Santuario de Nuestra Señora de Bellmunt donde existen verdaderas colonias de dichos arbustos o pequeños árboles. En los años cincuenta del siglo pasado los torneros de dicho pueblo gozaban de un gran prestigio en el trabajo de moldear el duro boj con tornos. El boj es una madera muy compacta y dura que permite trabajarla con herramientas de filo. Y es también de las más caras, puesto que su crecimiento es tan lento que un trozo de unos cuatro centímetros, que puede ser utilizado para obtener una pequeña pieza del tipo Staunton de las que utilizamos habitualmente, tarda en desarrollarse unos veinticinco años en el bosque. De aquí la complejidad en provisionarse de la cantidad suficiente para poder realizar un juego completo. Ya sé que estoy introduciendo detalles en el artículo que se apartan un poco del personaje en cuestión, pero entiendo que es bueno conocer estos aspectos del material que él empleaba básicamente en sus obras.
Se había calculado que, entonces, el noventa por ciento de los juegos utilizados por particulares y clubs procedía de dicha localidad.
En cierta ocasión, hace ya muchos años, tuve la oportunidad de visitar el taller de uno de estos torneros, Industrias del Ajedrez de Josep Furnols, y he de manifestar que quedé maravillado. Pero hoy, al ver el trabajo de Manuel Tobella i Adroher, todo aquello queda empequeñecido.
Aunque hablar de todo esto sería ya otra historia, me permito incluir una imagen de uno de aquellos talleres de tornería…
Manuel Tobella comenzó a tallar juegos de ajedrez a raíz de la petición que le hizo el doctor Eduard Monistrol i Sala (*), médico y veterinario, casado con Gloria Durán i Roca, prima de su esposa, aficionado al ajedrez, quién, conocedor de las aptitudes y obras previas talladas por Manuel Tobella, le encargó un primer juego basado en personajes correspondientes a los reinados -y consiguientes guerras- de Carlos I de España y V de Alemania (por las blancas) y Francisco I de Francia (por las negras). Poco le costaría al doctor Monistrol contactar con alguno de sus amigos de los clubs mejor situados de Cataluña, como eran el Barcelona y el Comtal, puesto que Antonio Medina y Rafael Llorens lo eran del primero y Josep Vilardebó y Agustín Ingelmo, del segundo. Y los cuatro formaban, claramente, un bloque notable de los mejores jugadores de aquella época.
(*) Eduardo Monistrol Sala, miembro de la Academia de Ciencias Veterinarias, que era veterinario titular y Jefe de Ios Servicios de Hospitalet de Llobregat, falleció en 1970 dejando heredera a su esposa Gloria Durán, tal como refleja la revista Anales del Colegio Oficial de Veterinarios de la Provincia, en su nº 315, septiembre de 1970, página 523.
En consecuencia, los mencionados jugadores se convirtieron en unos verdaderos privilegiados al poder disputar dos partidas -que no he podido localizar- con tan magníficas piezas labradas a mano. Es posible que ni tan siquiera llegaran a ser anotadas. Dichas partidas se disputaron el 20 de noviembre de 1945.
De todas formas resulta un tanto extraño que la noticia en el periódico es de 1945 y la reseña en NO-DO sea de 1956. ¿Es posible que pasaran once años para que el doctor Monistrol diera a conocer “su” juego? Pues sí y no. De hecho en 1946, el periodista Manuel del Arco hizo un artículo-entrevista al citado doctor, que apareció en el semanario Ramblas, donde se refería al primero de los juegos tallado por Tobella. Y fue más adelante, en 1956, cuando a raíz de la construcción del tercer juego apareció la noticia en el NO-DO. De ambas cosas hablaré más adelante.
En las siguientes imágenes vemos de nuevo a Tobella con algunas de las piezas del juego -el tercero- en su mano, trabajando en ellas y revisando su perfección hasta el último detalle.
Y en esta imagen con el humo del cigarrillo entre los dedos
Veamos algunas de las figuras que son parte del tercer juego y que completaré más adelante en los comentarios sobre los cinco juegos realizados por Manuel Tobella.
Había intentado encontrar más cosas sobre quién fue Manuel Tobella i Adroher y la verdad es que no me fue posible hasta que, por suerte, pude localizar a uno de sus hijos. Más adelante hablaré de ello.
El siguiente recorte de prensa, aparecido en La Vanguardia, da cuenta de un primer premio de técnica en una exposición de Sant Pol de Mar. Observad que uno de los Jurados se llamaba Alberto Adroher (y Roca), constructor miniaturista. ¿Era hermano de su madre? Si fuera así es posible que esta afición de constructor miniaturista que tenía Manuel Tobella Adroher le viniera de su tío.
(*) También más adelante tendremos ocasión de comprobar que efectivamente se trataba de su tío.
Con posterioridad he comprobado que posiblemente la afición le vino a través del abuelo materno, Josep Adroher i Vivas, a quién nunca llegó a conocer. Josep Adroher fue un hombre polifacético con innumerables obras diversas en Sant Pol de Mar. Sus aficiones las transmitió a su hijo, Albert Adroher i Roca, que se convirtió en un notable constructor miniaturista naval, y también destacó por sus grandes belenes y/o pesebres. O sea, que era realmente su tío.
En un Boletín Oficial del Estado (nº 169 de fecha 16 de julio de 1969) localicé esta “Resolución” donde, con el nº 8 (ver marca en rojo), figura admitido para una plaza del Concurso que se había convocado. Ya sé que esto, y algunas cosas que seguirán, nada tienen que ver con el ajedrez, pero sí con la identidad de la persona sobre la cual estoy hablando, con lo que podemos saber algo más de sus actividades fuera de su escultura miniaturista, así como de sus predecesores.
Por otro lado también he encontrado alguna indicación de que su familia estaba establecida en Sant Pol de Mar. Era hijo de Luis Tobella i Soler, fallecido en Sant Pol de Mar el 5 de abril de 1949 y de Sofía Adroher de Roca, siendo el segundo de seis hermanos.
Por el seguimiento que he realizado he comprobado que los apellidos Tobella y Adroher son de una estirpe muy enraizada en Sant Pol de Mar, donde dos de sus calles llevan dichos patronímicos, como podemos ver en el plano que más adelante adjunto. Señalado con el cuadro verde, la calle Tobella, y un poco más arriba a la derecha, la calle B. Adroher. Y me consta también que algún Tobella llegó a ser alcalde de dicha villa.
También en La Veu de Catalunya de los años 1920 al 1930 se observan algunas esquelas de familiares predecesores fallecidos. La que sigue pertenece a su abuelo Josep y en ella vemos que aparecen nombrados su hijo Lluís y su nuera Sofía Adroher, padres de Manuel Tobella Adroher.
Recientemente he podido contactar por teléfono con uno de sus hijos, Manuel Tobella Roca, que me ha facilitado información complementaria, como que el doctor Monistrol se llamaba Eduard. Además, añadía que este tipo de trabajos de su padre -un hombre muy sencillo y humilde, que sentía una gran pasión por su familia y por la talla- eran una pequeña parte de su extensa obra.
Vicente Almirall Castells, exsubcampeón de España de ajedrez, expresidente de la Federación Catalana y un entusiasta de este juego, al conocer a través de Luís Roca, empleado en la empresa que dirigía y cuñado de Manuel Tobella, que éste había tallado un segundo juego, correspondientes a los reinados y consiguientes guerras de Felipe II de España y Enrique II de Francia, siempre con el mismo tipo de madera de boj y serbal que había empleado en el del doctor Monistrol, se interesó por el mismo y lo adquirió hacia 1953.
Pasaron los años y ya fallecido Almirall, sin descendencia directa, Manuel Tobella Roca se interesó por el paradero de dicho segundo juego, con el interés de poder guardar aunque fuera una imagen, una fotografía más de las que poseía. Me indica que incluso se trasladó a Barcelona, a las oficinas de la propia Federación Catalana de Ajedrez cuando ésta estaba ubicada en la Gran Vía barcelonesa. Sin encontrar ni rastro de qué hubiera podido suceder con el juego, siendo una incógnita quién pudo heredar tal “tesoro”.
A veces la historia no termina de la forma que uno espera.
(*) Más adelante intentaré esclarecer que el segundo juego fue el que talló para Vicente Almirall.
Veamos otros cuatro detalles más de su obra, correspondientes a las piezas del tercer juego tallado…
Y esta es a grandes rasgos una pequeña historia, no de un practicante habitual de nuestro juego, sino de alguien que a través de él supo dejar para la posteridad unas obras de una original concepción y belleza, obras que junto con otras muchas lo acreditan como el genial artista que fue Manuel Tobella i Adroher.
Y en realidad hubiera sido una pequeña historia de no haber podido contar con la inestimable colaboración de su hijo, Manuel Tobella Roca, tal como ya he dicho anteriormente. Así pues voy a relatar algo más de su vida.
Manuel Tobella Adroher nació en Sant Pol de Mar el 11 de enero de 1910.
Como ya he dicho al principio, era hijo de Luis Tobella i Soler y de Sofía Adroher de Roca, siendo el segundo de seis hermanos, que se llamaban Carlos, Javier, Jaime, Isabel y Adela -las dos últimas fallecidas en plena juventud- con los que siempre se sintió entrañablemente muy unido. En la siguiente imagen podemos verlos a todos ellos en una foto de familia.
Y en la fotografía que sigue con todos sus amigos del colegio que regentaba el maestro Jaume Villaronga. Cursó en su escuela local los estudios elementales y los primeros años de bachillerato, para continuar después en la Escuela Pía de Santa Ana, en Mataró, hasta obtener del Instituto de Girona el título de bachiller en 1927, a los 17 años.
Veamos algunos dibujos y anotaciones que figuran en una de sus libretas de cuadernos de deberes, que hizo entre los 8 y los 11 años. No hace falta ser buen observador para deducir que sus dibujos eran de un gran pulcritud y sus manos eran realmente de artista.
A pesar que él tenía inclinaciones para dedicarse a la creación artística, desistió de hacerlo y renunció también a entrar en la aviación como piloto, ante el temor de su prometida por los riesgos de tal profesión. Sin embargo, incluso en sus últimos años, se le iban los ojos tras las alas delta y los ultraligeros. El 1 de agosto de 1928 empezó a trabajar en la Diputación Provincial de Barcelona, donde pasó por los Negociados de Actas, donde tuvo de jefe a Josep Maria López Picó -el ilustre poeta y editor catalán-, de Servicios Generales, y por la Sección de Hacienda, donde permaneció hasta su jubilación voluntaria en 1979.
El 11 de abril de 1940 se casó con Montserrat Roca i Roca…
A partir de 1946 se dedicó a realizar una serie de esculturas de las que he seleccionado las correspondientes a su hijo Josep y a su esposa Montserrat…
Pero además de la talla tenía otras aficiones, como el aeromodelismo y el tiro con arco, donde coincidía con su hermano Javier y su cuñado Ignasi Torra, con material que construía él mismo; pero poco a poco las fue dejando al ver como se iban sofisticando, cada día más, dichas actividades. La pintura tampoco estuvo ausente de su vida… aunque siempre había manifestado que nunca se consideró un buen dibujante y que tampoco había pisado estudio alguno ni de pintura ni de escultura.
Cada uno de los juegos que compuso tenía su historia. Los comentaré por orden de elaboración.
Primer juego: Guerras entre el Emperador Carlos V y Francisco I de Francia
Tanto del primer juego como del segundo, según se desprende de los comentarios de los vídeos, existen pocas imágenes.
Piezas blancas del primer juego
(Carlos I de España y V de Alemania
con todo su ejército e infantería)
Este es el primero de los juegos que elaboró (fue un encargo que le hizo el doctor Eduard Monistrol y Sala), según se desprende del titular que figura en la noticia aparecida en Mundo Deportivo que antes he indicado, con la única salvedad del cambio de Carlos I por el de Carlos V (*). En el vídeo recibido consta exactamente con el título indicado más arriba. Y el mismo título también figura en la portada del semanario Ramblas del 8 de abril de 1946, donde se incluye un reportaje de Manuel del Arco sobre el juego del doctor Monistrol, con el título de Historia de un Ajedrez con Historia. De dicho reportaje únicamente he podido escanear la primera de sus páginas que, aunque bastante deficiente, es lo que he podido conseguir.
(*) De hecho es la misma persona: Carlos I de España y V de Alemania.
La segunda, situada en la séptima página, después de notables esfuerzos he podido mal leer todo lo que figura después del recorte de prensa que veremos después.
Resulta interesante poder conocer algunas de las vivencias del doctor Monistrol en su periplo en el frente de guerra y la forma en que pudo recibir algunas clases de ajedrez, de cómo conseguir un tablero y jugar una partida: un hule de sobremesa con los consabidos cuadritos blancos y negros fue la solución para que el doctor Monistrol pudiera jugar la partida. Quizás debía encontrarse peor que estos jugadores que por lo menos disponían de tablero -aunque parece un tanto circunstancial- y piezas. Y también es posible que de ahí saliera su afición o su interés por el juego.
También el Dr. Monistrol certifica que los reyes eran Carlos V e Isabel de Portugal, por España, y Francisco I y Leonor de Austria, por Francia, haciendo de torres la de Alcántara de Toledo y la Puerta de Ávila, por el lado de las blancas, y la torre de Carcassone y el Castillo de Graffe en Nancy, por las negras.
Primera parte del artículo
“Historia de un ajedrez con historia”
(Fuente: Semanario Ramblas, 8/4/1946)
El texto que sigue es la continuación del recorte del Semanario Ramblas, partiendo de la parte legible del final de la segunda columna y que figura en la página séptima de dicha revista.
“- Fíjese en la cabeza de Carlos V, me indica el señor Monistrol.(*) Diez mil pesetas de aquella época era un capital considerable.
- Efectivamente, el parecido es exacto.
- Está tomado de un retrato del Tiziano. El autor de este ajedrez, el miniaturista Tobella Adroher, se encariñó con mi idea y quiso realizar una obra estimable. Todo responde a la realidad y sí, le costó dos años dar cima a este capricho mío. Mucho tiempo invirtió en documentarse.
- ¿Parece usted orgulloso de poseer esta filigrana?
- No lo daría por nada. Me han ofrecido hasta diez mil pesetas (*) y seguirá en esta vitrina.
- ¿Y juega usted con él?
- Algunas veces, pero cuesta acostumbrarse; porque, claro está, no nos son familiares estas formas. Habituados a las figuras torneadas, estas piezas distraen. Sin embargo, hay un dato en la pequeña historia de este ajedrez que creo es simpático.
- ¿Qué es?
- Fue estrenado por el campeón de España, Antonio Medina.
- ¿Jugaría con las blancas?
- Sí, y en frente tuvo en la partida al subcampeón, Llorens.
- ¿Resultado?
- Se repitió la Historia. Carlos V venció a Francisco I. Fue el 20 de noviembre de 1945. (**)
- ¿Grabó la fecha de ese nuevo Pavía?
- Naturalmente, y como entonces, Llorens dijo a Medina aquello de: “Todo se ha perdido, menos el honor.”
Por la irresistible fuerza de la Historia no podía decir otra cosa…
M. del A.”
Resulta sorprendente que al estar buscando información sobre otros temas ajedrecísticos me saliera en una revista la imagen que sigue. Se trata de Antonio Medina, ante la atenta mirada del que fuera presidente de las Federaciones Catalana y Española, Agustín Pujol, en pleno desarrollo de su partida ante Rafael Llorens, en el estreno del primero de los juegos construidos por Manuel Tobella i Adroher y que pertenecía al doctor Monistrol, como se explica en el artículo.
(**) Como digo en otro sitio del artículo no me ha sido posible encontrar dicha partida. No obstante, anotaré en su lugar otra jugada por ambos ajedrecistas durante el Torneo Internacional de Barcelona de 1946 y donde Rafael Llorens utiliza la Defensa Francesa, que tampoco le sirvió de mucho en esta nueva ocasión, como tampoco le sirvió a Francisco I luchar contra Carlos V.
Medina García, Antonio - Llorens Llorens, Rafael [C11]
Torneo Internacional de Barcelona - Ronda 7 - 1946
1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cc3 Cf6 4.Ag5 dxe4 5.Cxe4 Ae7 6.Axf6 Axf6 7.Cf3 Cd7 8.c3 b6 9.Ad3 Ab7 10.De2 0-0 11.0-0-0 Ae7 12.h4 c6 13.Ceg5 h6 [13...Cf6 Esta jugada era más adecuada.] 14.Ah7+ (ver diagrama)
Jugada lógica para el estilo combinativo de Medina. 14...Rh8 15.Rb1?! De8? Cuando uno se siente atenazado es fácil equivocarse... y aquí Llorens no atina con la mejor. [>=15...Axg5 16.Cxg5 Dc7 Y pienso que el juego está equilibrado.] 16.Ac2! Cf6 17.Ce5! c5 [17...Ad6 18.Cexf7+ Txf7 19.Ag6 y el blanco debe ganar.] 18.Cgxf7+ Rg8 19.Ag6 (ver diagrama)
[En este momento Medina tenía otra forma de ganar... 19.Cxh6+ gxh6 20.De3 Y la presión sobre lo que queda de enroque negro será definitiva.] 19...Da4 20.b3 Da5 21.c4 [21.Cxh6+ continuaba siendo mejor.] 21...b5 22.Cg5 bxc4 23.Dc2 hxg5 24.hxg5 Tfd8 25.Af7+ y Llorens pensó que ya había aguantado demasiado.
Segundo juego: Guerras entre Felipe II de España y Enrique II de Francia
Del segundo juego se poseen pocas imágenes.
Las piezas blancas pertenecen al “ejército” de España, con los reyes Felipe II y María Tudor. Uno de los alfiles es Juan de Austria y las torres son la del Oro de Sevilla y el Alcázar de Segovia.
Las piezas negras corresponden a los franceses, con el Rey Enrique II y Catalina de Médecis.
Este formidable juego es el que fue adquirido en 1953 por el entonces presidente de la Federación Catalana de Ajedrez, Vicente Almirall Castells, como ya había comentado al principio.
Aquí tengo que hacer un paréntesis. Una vez tenía prácticamente terminado el artículo y después de haber mantenido una conversación telefónica con Josep Lluís Tobella, el hijo mayor de Manuel Tobella i Adroher, debo manifestar que el segundo de los juegos ya estaba tallado cuando Almirall se interesó por él. Es decir, cuando el escultor terminó el del Dr. Monisrol fue este mismo personaje quién le insinúo y animó a que continuara realizando más juegos de este tipo. Y así lo hizo.
Tercer juego: Guerras entre Felipe IV de España y Luís XIII de Borbón
Tal como indica Tobella en la entrevista, el tercer juego fue el enviado -en representación de la Federación Española de Ajedrez- a la Exposición Internacional de Juegos de Ajedrez que se celebró en el Maryhill Museum, Estado de Washington, Estados Unidos. Lo construyó entre los años 1951 a 1954. Dicho juego estaba basado en las guerras que sostuvieron Felipe IV de España y Luis XIII de Borbón, de Francia, y que terminaron en la Paz de los Pirineos. Podemos ver unas imágenes de este excelente tercer juego y el porqué del revuelo que originó debido a su belleza.
Las piezas blancas, como siempre, representan al ejército español y las negras al francés. En las piezas blancas figuran los reyes Felipe IV e Isabel de Borbón; el Cardenal Gaspar de Borja y Velasco y el Cardenal-infante don Fernando de Austria, como alfiles; como caballeros, el Marqués Ambrosio d’Spinola y el Duque de Feria. Como torres, el campanario del Reloj de la catedral de Barcelona y uno de los campanarios del Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Los reyes de las negras son Luis XIII y Ana de Austria; los caballeros el príncipe de Carignan, Tomás Filiberto de Saboya y Luis II de Borbón, príncipe de Condé; los alfiles están representados por los cardenales Richelieu y Mazarino. Y como torres tenemos el campanario de la Catedral de Montpeller y la torre de Saint-Germain-des-Prés, de París.
Las blancas fueron talladas con madera de boj y las negras con madera de serbal, que suele tener un tono más rojizo.
Sobre este juego me extenderé un poco más que en los anteriores debido a que vale la pena observar con detenimiento, sobretodo, los detalles de las figuras, donde veremos la excelente labor del maestro Tobella.
Las torres “francesas” de Saint-Germain-des-Prés, de
París y del campanario de la catedral de Montpeller
Los dos documentos que siguen se refieren a sendas cartas que le fueron dirigidas, tanto por el director del Maryhill Museum of Fine Arts como por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, en agradecimiento por el envío de su juego -número tres- a la Exposición Internacional que antes he citado. Podemos observar que mientras el Maryhill Museum enviaba el escrito (*) a su domicilio de Barcelona en la plaza de la Sagrada Familia (nº 3), el Ministerio lo hacía a través de la Federación Española de Ajedrez.
(*) Únicamento he incluido dos fragmentos de dicho escrito.
Tanto este juego que hemos visto como los dos que seguirán quedaron en poder de sus hijos. Es por ello que se disponen de imágenes de todo.
Cuarto juego: Guerra de la Independencia (o del Francés)
Las imágenes que veremos de este juego se refieren básicamente a las defensas de las ciudades de Girona y Zaragoza, ciudades que fueron invadidas por el ejército francés.
También en este caso las blancas corresponden al ejército español. Los reyes son Fernando VII y María Cristina de Borbón. Toman conciencia de alfil el Duque de Wellington y el General Castaños y las torres son los campanarios de Santa María del Mar de Barcelona y San Félix de Girona. Los caballeros son los artífices de la resistencia: Álvarez de Castro, en Girona y José de Palafox, en Zaragoza.
Por lo que respecta a las piezas negras, tenemos a Napoleón I Bonaparte y a la reina María Luisa de Austria. Las torres son las del campanario de Lumio, en Córcega, donde nació Napoleón, y el campanario de la catedral de Saint Front de Périgueux. Los caballeros son el mariscal Jean Lannes, primer duque de Montebello, y el mariscal Pierre François Charles Augereau, que luchó contra Álvarez de Castro en Girona. Y los alfiles estaban destinados a los mariscales Pierre-Antoine Dupont de l’Étang y André Masséna.
Quinto juego: La guerra de sucesión
En este juego, terminado en 1978, Manuel Tobella intentó evocar la Guerra de Sucesión entre Felipe V de Borbón y el Archiduque Carlos, de la Casa de Austria. Las torres blancas tienen como motivo los campanarios de San Esteban de Segovia y de la catedral de Teruel. Los caballos blancos los montan los duques de Orleans y de Vendôme. Ejercen de alfiles José Patiño Rosales, secretario de estado durante el reinado de Felipe V, y el duque de Berwick. Los reyes son Felipe V y María Luisa Gabriela de Saboya, primera esposa de dicho rey, con quien se había casado en Barcelona.
Las piezas negras: La reina es Isabel Cristina de Brunswick, que hacía poco se había casado -precisamente en la Iglesia de Santa María del Mar, también en Barcelona-, con el Archiduque Carlos de Austria, que también era conocido como Carlos III rey de España (*) en su lucha por los derechos al trono español frente a Felipe V; las torres corresponden a los campanarios de la Seu Vella de Lleida y de la catedral de León. Los caballeros negros son el duque de Malborough y el príncipe Francisco Eugenio de Saboya. Uno de los alfiles es el conde Antonio de Villarroel y el otro el conde James Stanhope.
(*) No se debe confundir por tanto con Carlos III de Borbón, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio.
Pero Manuel Tobella Adroher, hombre casero para quien la talla en madera constituía una vía de relajación y una diversión, no se dedicó únicamente a tallar juegos de ajedrez. Cualquier detalle o cosa que le sugiriese algo especial era suficiente para motivarle y emprender una nueva obra. Incluso en los años cuarenta del siglo pasado realizó diversos trabajos en arcilla, de notable concepción, como el siguiente…
En la siguiente imagen podemos contemplar la portada del estuche del DVD (confeccionado por Josep Marquès i Vaqué) donde se intuyen nuevos trabajos y, a continuación, un detalle más cercano de alguno de ellos, en el que podemos contemplar la belleza de la talla y de su trabajo.
Y en la contraportada se halla el resumen de la obra que ha sido consignada en los mismos…
Observemos ahora con detalle el laborioso y gran trabajo realizado en la construcción de esta galera que figura a continuación…
O este otro que corresponde a una talla sobre la parte superior de una arqueta o pequeño arcón, donde se representa la leyenda de la historia del Escudo de Cataluña. En el frontal la del timbaler del Bruc; en los laterales, Rafael de Casanova con la bandera de Santa Eulalia y el rey Berenguer II, Cap d’Estopa, asesinado por su hermano, Berenguer Ramón, El Fraticida. Y en la parte trasera, la entrada del rey Jaume I en Valencia.
Al final de los dos vídeos figuran un par de agradecimientos, que en modo alguno puedo omitir y que me he tomado la libertad de exponer tal cual aparecen en los fotogramas de dicho documento gráfico…
Siento no poder incluir todas las imágenes para que pudiérais comprobar la gran cantidad y calidad de sus obras, de todo tipo, que figuran en los aludidos vídeos. Si él se consideraba un modesto aficionado he de manifestar que en esto estaba completamente equivocado. Una persona que pudo realizar todo lo que he podido ver con mis propios ojos y estar presente en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada a finales del año 1941 en el Palacio del Retiro de Madrid, al lado de ilustrísimos artistas como Llimona, Clará o el propio Marés, merece, no solamente este pequeño homenaje que intento realizar con mi artículo, sino un lugar más alto en el recuerdo de todos los personajes que han enaltecido la historia de Cataluña.
En esta ocasión no ha habido ningún torneo para explicar, ni tampoco ninguna partida, salvo la excepción realizada con la partida Medina-Llorens, e incluso es posible que me haya excedido en detalles no directamente relacionados con el ajedrez pero, a veces, el tratar de fotografiar a la persona, con objeto de conocer un poco más sobre ella, opino que se hace necesario.
Y también creo que estas curiosidades y/o circunstancias que van saliendo en el discurrir de nuestros dias también son dignas de mención y de figurar en los anales de la historia de nuestro Ajedrez, al tiempo que recordar una de las muchas figuras que han dedicado su tiempo a este juego, tanto de forma directa como indirecta y que su esfuerzo y dedicación no queden en el anonimato, ni para el público en general ni tampoco para los amantes del Ajedrez.
Antes de terminar, indicaros que en Los domingos de ABC, del 11 de enero de 1987, apareció un extenso artículo de tres páginas, escrito por José Manuel Roca y con fotografías de Àngel Roca, con el título de Batallas Incruentas, que os emplazo a leer puesto que, de hacerlo, os encontraréis con las confesiones del propio Tobella, que realiza ante el entrevistador, sobre todas y cada una de sus obras. Confesiones que encuentro esclarecedoras para entender su obra.
Aquí solamente incluiré una parte de dicha larga entrevista, donde se pueden ver algunas de sus respuestas…
Únicamente me queda dar las gracias a Manuel Tobella i Roca por la atención que ha tenido en atender a mi llamada, por las facilidades en poder completar las pocas páginas de la vida de su padre que yo poseía y que, con la información facilitada y con el envío de dos extensos DVD de un total de 82 minutos, me ha permitido gozar de un paseo inolvidable por los caminos que su padre, Manuel Tobella i Adroher, tuvo la osadía de convertir en una obra genial y espléndida. Y también a su hermano Josep Lluís Tobella i Roca, con el que con posterioridad también he mantenido contactos y me ha ayudado a que la presente historia no se desviara de la realidad.
Una pequeña muestra de lo manifestado la habéis contemplado en este artículo, en la espera de que podáis juzgar vosotros mismos y de que también hayáis descubierto aspectos inéditos que forman parte de la Historia del Ajedrez.
Joaquim Travesset
26 de noviembre de 2014
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