Una historia singular de un prestigioso escultor miniaturista
Manuel Tobella, en su incansable tarea manual
Hace tiempo, a raíz de ir buscando información para realizar algunos de los artículos que vienen apareciendo en
Ajedrez 365,
me encontré con una serie de fotografías en un archivo histórico del
NO-DO, fechado en marzo de 1956, sobre un original juego de ajedrez que
estaba construyendo, o ya había construido, un señor llamado
Manuel Tobella i Adroher,
erudito escultor miniaturista de madera. En la siguiente imagen le
vemos en su domicilio de Barcelona -fijaos en el autobús que se
distingue a través de la ventana- con todas las herramientas que
empleaba para el trabajo. Eso sí, con el cenicero no muy lejos para
depositar en él los restos de los cigarrillos. Más adelante ya veremos
más detalles sobre ello.
En el transcurso del artículo intentaré hablar algo sobre él, de lo poco
que había encontrando en mis pesquisas y de lo mucho que pude hallar
con posterioridad, gracias a haber podido contactar con uno de sus
hijos.
Manuel Tobella, con todos sus artilugios
Con anterioridad había leído una nota, publicada en Mundo Deportivo el
30 de noviembre de 1945 por el docto y nunca olvidado periodista
Ricard Guinart Cavallé,
mezclada con un extenso informe del Torneo de Ajedrez de Londres, del
desarrollo del Campeonato de Cataluña por equipos, de las simultáneas de
la campeona de Cataluña Gloria Velat y de la afiliación del Horta Alfil
Club a la Federación Catalana de Ajedrez, donde se hacía eco del
magnífico juego de ajedrez tallado por Manuel Tobella, en los términos
que voy a relatar:
Ricard Guinart Cavallé
(Foto: Archivo)
“Un juego de ajedrez de valor artístico y en la
residencia del Dr. Monistrol y Sala ha tenido lugar el «estreno» del
mismo, cuyas figuras están representadas por personajes de la Corte de
Carlos I de España (*) y Francisco I de Francia (**), construido por el
notable escultor miniaturista de madera, Manuel Tobella Adroher (ver uno de los juegos en la imagen que seguirá).
La primera partida ha sido a cargo del señor Medina, actual campeón de
España, y el señor Llorens, ex subcampeón. Seguidamente actuaron el
señor Vilardebó y el señor Ingelmo. Las piezas son de gran valor
artístico”.
Sigamos. Ahora podemos ver todo un juego completo… o, mejor dicho, el tercero de los que creó…
Detalle de la obra de arte de Manuel Tobella Adroher
(*) Supongo que el cronista se confundió y debía haber anotado Carlos
V, tal como veremos más adelante (de todas formas Carlos I de España y
Carlos V de Alemania eran la misma persona).
(**) Existe una duda sobre este particular, puesto que en otros medios
se indica que las piezas fueron copiadas de pinturas de famosos e
inspiradas en la corte de Felipe IV, de España y Luis XIII de Francia.
Más adelante intentaré ampliar este detalle y resolver esta incógnita
cuando hable del tercer juego.
La imagen que sigue procede de uno de los libros de los que se sirvió
para copiar alguna de las figuras. Más adelante incorporaré más
fotografías del libro… (Por encima del dibujo se ven los diferentes
trocitos de madera que iban saltando de su modelación)
Detalle de uno de los libros:
La reina Isabel de Borbón
En todas las imágenes veremos que Tobella siempre tenía a mano algún
libro de donde intentaba inspirarse para tallar sus obras. En los
últimos juegos recurrió a la Historia de España (tomos Casa de Borbón y
Casa de Austria) y a las Mil Figuras de la Historia, editados por el
Instituto Gallart. Las piezas de todos los juegos de ajedrez fueron
realizadas en madera de boj para las blancas y de serbal -o acerolo-
para las negras, pero en otras obras recurrió generalmente al boj.
En la talla Manuel Tobella Adroher no utilizaba ningún tipo de torno ni
instrumento mecánico. Se servía únicamente de las herramientas que
también iremos viendo en las fotografías que seguirán. Básicamente un
compás, tijeras, cartabón, lupa (especialmente en sus últimos años),
punzones, formones y gubias de diversos filos y cañas, punzones,
berbiquí, martillo, una pequeña sierra y afiladas cuchillas… Para
terminar el juego del que estoy hablando necesitó de dos años y ocho
meses -desde 1942 a 1945-, en jornadas diarias de cinco horas; las
únicas que permitían su tiempo libre de funcionario provincial de
Barcelona.
Aunque no intento hacer ningún tipo de comparación, ya comenté en su día en
este otro artículo…
Imitación del Joc Català d’Escacs,
realizada por Valeriano Lastra
… que el amigo Valeriano Lastra confeccionó, más o menos en 1980 y para
el club que en aquellos momentos yo presidía, una serie de murales y
juegos de ajedrez totalmente hechos a mano y también de un gran valor
artístico, aunque en modo alguno de la dificultad y categoría del de
Tobella. En dicho enlace podéis encontrar una pequeña muestra de ello
con la imitación del
Joc Català d’Escacs, que también me he permitido incorporar encima de estas líneas.
Existe en Cataluña un pueblecito -Sant Pere de Torelló-, situado en una
zona montañosa en la comarca de Osona, que siempre se ha distinguido,
entre otras cosas, por fabricar juegos y piezas de ajedrez en madera de
boj, boj que recogían de las montañas limítrofes al Santuario de Nuestra
Señora de Bellmunt donde existen verdaderas colonias de dichos arbustos
o pequeños árboles. En los años cincuenta del siglo pasado los torneros
de dicho pueblo gozaban de un gran prestigio en el trabajo de moldear
el duro boj con tornos. El boj es una madera muy compacta y dura que
permite trabajarla con herramientas de filo. Y es también de las más
caras, puesto que su crecimiento es tan lento que un trozo de unos
cuatro centímetros, que puede ser utilizado para obtener una pequeña
pieza del tipo Staunton de las que utilizamos habitualmente, tarda en
desarrollarse unos veinticinco años en el bosque. De aquí la complejidad
en provisionarse de la cantidad suficiente para poder realizar un juego
completo. Ya sé que estoy introduciendo detalles en el artículo que se
apartan un poco del personaje en cuestión, pero entiendo que es bueno
conocer estos aspectos del material que él empleaba básicamente en sus
obras.
Se había calculado que, entonces, el noventa por ciento de los juegos
utilizados por particulares y clubs procedía de dicha localidad.
En cierta ocasión, hace ya muchos años, tuve la oportunidad de visitar
el taller de uno de estos torneros, Industrias del Ajedrez de Josep
Furnols, y he de manifestar que quedé maravillado. Pero hoy, al ver el
trabajo de
Manuel Tobella i Adroher, todo aquello queda empequeñecido.
Aunque hablar de todo esto sería ya otra historia, me permito incluir una imagen de uno de aquellos talleres de tornería…
Un tornero de Sant Pere de Torelló
moldeando una pieza de forma mecánica
Manuel Tobella comenzó a tallar juegos de ajedrez a raíz de la petición que le hizo el
doctor Eduard Monistrol i Sala
(*), médico y veterinario, casado con Gloria Durán i Roca, prima de su
esposa, aficionado al ajedrez, quién, conocedor de las aptitudes y obras
previas talladas por Manuel Tobella, le encargó un primer juego basado
en personajes correspondientes a los reinados -y consiguientes guerras-
de Carlos I de España y V de Alemania (por las blancas) y Francisco I de
Francia (por las negras). Poco le costaría al doctor Monistrol
contactar con alguno de sus amigos de los clubs mejor situados de
Cataluña, como eran el Barcelona y el Comtal, puesto que Antonio Medina y
Rafael Llorens lo eran del primero y Josep Vilardebó y Agustín Ingelmo,
del segundo. Y los cuatro formaban, claramente, un bloque notable de
los mejores jugadores de aquella época.
(*) Eduardo Monistrol Sala, miembro de la Academia de Ciencias
Veterinarias, que era veterinario titular y Jefe de Ios Servicios de
Hospitalet de Llobregat, falleció en 1970 dejando heredera a su esposa
Gloria Durán, tal como refleja la revista Anales del Colegio Oficial de
Veterinarios de la Provincia, en su nº 315, septiembre de 1970, página
523.
En consecuencia, los mencionados jugadores se convirtieron en unos
verdaderos privilegiados al poder disputar dos partidas -que no he
podido localizar- con tan magníficas piezas labradas a mano. Es posible
que ni tan siquiera llegaran a ser anotadas. Dichas partidas se
disputaron el 20 de noviembre de 1945.
Josep Vilardebó
(Foto: Archivo)
Agustín Ingelmo
(Foto: Archivo)
Antonio Medina y Rafael Llorens
(Fotos: Archivo)
De todas formas resulta un tanto extraño que la noticia en el periódico
es de 1945 y la reseña en NO-DO sea de 1956. ¿Es posible que pasaran
once años para que el doctor Monistrol diera a conocer “su” juego? Pues
sí y no. De hecho en 1946, el periodista Manuel del Arco hizo un
artículo-entrevista al citado doctor, que apareció en el semanario
Ramblas, donde se refería al primero de los juegos tallado por Tobella. Y
fue más adelante, en 1956, cuando a raíz de la construcción del tercer
juego apareció la noticia en el NO-DO. De ambas cosas hablaré más
adelante.
En las siguientes imágenes vemos de nuevo a Tobella con algunas de las
piezas del juego -el tercero- en su mano, trabajando en ellas y
revisando su perfección hasta el último detalle.
Manuel Tobella, totalmente concentrado
Quitando impurezas
Y en esta imagen con el humo del cigarrillo entre los dedos
Veamos algunas de las figuras que son parte del tercer juego y que
completaré más adelante en los comentarios sobre los cinco juegos
realizados por Manuel Tobella.
El “alfil” Cardenal Richelieu
Otra vez el Cardenal Richelieu, desde otro ángulo
Terminando la talla de la reina Isabel de Borbón
Detalle del tercer juego
Revisando el trabajo
Un conjunto de “peones”
Detalle de otros dos peones
Había intentado encontrar más cosas sobre quién fue Manuel Tobella i
Adroher y la verdad es que no me fue posible hasta que, por suerte,
pude localizar a uno de sus hijos. Más adelante hablaré de ello.
El siguiente recorte de prensa, aparecido en La Vanguardia, da cuenta de
un primer premio de técnica en una exposición de Sant Pol de Mar.
Observad que uno de los Jurados se llamaba Alberto Adroher (y Roca),
constructor miniaturista. ¿Era hermano de su madre? Si fuera así es
posible que esta afición de constructor miniaturista que tenía Manuel
Tobella Adroher le viniera de su tío.
(*) También más adelante tendremos ocasión de comprobar que efectivamente se trataba de su tío.
La Vanguardia 1 de agosto de 1948
(hacer clic sobre la imagen para aumentarla)
Con posterioridad he comprobado que posiblemente la afición le vino a través del abuelo materno,
Josep Adroher i Vivas,
a quién nunca llegó a conocer. Josep Adroher fue un hombre
polifacético con innumerables obras diversas en Sant Pol de Mar. Sus
aficiones las transmitió a su hijo, Albert Adroher i Roca, que se
convirtió en un notable constructor miniaturista naval, y también
destacó por sus grandes belenes y/o pesebres. O sea, que era realmente
su tío.
Josep Adroher i Vivas
En un Boletín Oficial del Estado (nº 169 de fecha 16 de julio de 1969)
localicé esta “Resolución” donde, con el nº 8 (ver marca en rojo),
figura admitido para una plaza del Concurso que se había convocado. Ya
sé que esto, y algunas cosas que seguirán, nada tienen que ver con el
ajedrez, pero sí con la identidad de la persona sobre la cual estoy
hablando, con lo que podemos saber algo más de sus actividades fuera de
su escultura miniaturista, así como de sus predecesores.
Extracto del B.O.E.
Por otro lado también he encontrado alguna indicación de que su familia
estaba establecida en Sant Pol de Mar. Era hijo de Luis Tobella i Soler,
fallecido en Sant Pol de Mar el 5 de abril de 1949 y de Sofía Adroher
de Roca, siendo el segundo de seis hermanos.
Por el seguimiento que he realizado he comprobado que los apellidos
Tobella y Adroher son de una estirpe muy enraizada en Sant Pol de Mar,
donde dos de sus calles llevan dichos patronímicos, como podemos ver en
el plano que más adelante adjunto. Señalado con el cuadro verde, la
calle Tobella, y un poco más arriba a la derecha, la calle B. Adroher. Y
me consta también que algún Tobella llegó a ser alcalde de dicha villa.
Plano parcial de Sant Pol de Mar
También en
La Veu de Catalunya de los años 1920 al 1930 se
observan algunas esquelas de familiares predecesores fallecidos. La que
sigue pertenece a su abuelo Josep y en ella vemos que aparecen
nombrados su hijo Lluís y su nuera Sofía Adroher, padres de Manuel
Tobella Adroher.
16 de junio de 1922 - La Veu de Catalunya
Recientemente he podido contactar por teléfono con uno de sus hijos,
Manuel Tobella Roca,
que me ha facilitado información complementaria, como que el doctor
Monistrol se llamaba Eduard. Además, añadía que este tipo de trabajos de
su padre -un hombre muy sencillo y humilde, que sentía una gran pasión
por su familia y por la talla- eran una pequeña parte de su extensa
obra.
Vicente Almirall Castells
Vicente Almirall Castells, exsubcampeón de España de ajedrez,
expresidente de la Federación Catalana y un entusiasta de este juego, al
conocer a través de Luís Roca, empleado en la empresa que dirigía y
cuñado de Manuel Tobella, que éste había tallado un segundo juego,
correspondientes a los reinados y consiguientes guerras de Felipe II de
España y Enrique II de Francia, siempre con el mismo tipo de madera de
boj y serbal que había empleado en el del doctor Monistrol, se interesó
por el mismo y lo adquirió hacia 1953.
Pasaron los años y ya fallecido Almirall, sin descendencia directa,
Manuel Tobella Roca se interesó por el paradero de dicho segundo juego,
con el interés de poder guardar aunque fuera una imagen, una fotografía
más de las que poseía. Me indica que incluso se trasladó a Barcelona, a
las oficinas de la propia Federación Catalana de Ajedrez cuando ésta
estaba ubicada en la Gran Vía barcelonesa. Sin encontrar ni rastro de
qué hubiera podido suceder con el juego, siendo una incógnita quién pudo
heredar tal “tesoro”.
A veces la historia no termina de la forma que uno espera.
(*) Más adelante intentaré esclarecer que el segundo juego fue el que talló para Vicente Almirall.
Manuel Tobella
Veamos otros cuatro detalles más de su obra, correspondientes a las piezas del tercer juego tallado…
Alfil y caballo
Reina, rey y alfil
Peones
Torre y caballo
Y esta es a grandes rasgos una pequeña historia, no de un practicante
habitual de nuestro juego, sino de alguien que a través de él supo dejar
para la posteridad unas obras de una original concepción y belleza,
obras que junto con otras muchas lo acreditan como el genial artista que
fue
Manuel Tobella i Adroher.
Y en realidad hubiera sido una pequeña historia de no haber podido
contar con la inestimable colaboración de su hijo, Manuel Tobella Roca,
tal como ya he dicho anteriormente. Así pues voy a relatar algo más de
su vida.
Manuel Tobella Adroher, en su infancia
Otra fotografía de su infancia
Manuel Tobella Adroher nació en Sant Pol de Mar el 11 de enero de 1910.
Como ya he dicho al principio, era hijo de Luis Tobella i Soler y de
Sofía Adroher de Roca, siendo el segundo de seis hermanos, que se
llamaban Carlos, Javier, Jaime, Isabel y Adela -las dos últimas
fallecidas en plena juventud- con los que siempre se sintió
entrañablemente muy unido. En la siguiente imagen podemos verlos a todos
ellos en una foto de familia.
Los padres de Manuel Tobella con todos sus hijos
Y en la fotografía que sigue con todos sus amigos del colegio que
regentaba el maestro Jaume Villaronga. Cursó en su escuela local los
estudios elementales y los primeros años de bachillerato, para continuar
después en la Escuela Pía de Santa Ana, en Mataró, hasta obtener del
Instituto de Girona el título de bachiller en 1927, a los 17 años.
Jaume Villaronga con todos sus alumnos
Cuando obtuvo el título de bachiller
Veamos algunos dibujos y anotaciones que figuran en una de sus libretas
de cuadernos de deberes, que hizo entre los 8 y los 11 años. No hace
falta ser buen observador para deducir que sus dibujos eran de un gran
pulcritud y sus manos eran realmente de artista.
Dibujos y apuntes del colegio
Otro dibujo del colegio
¡Paso al Conde!
Pájaro dibujado por Manuel Tobella
Perros jugando, dibujado por Manuel Tobella
A pesar que él tenía inclinaciones para dedicarse a la creación
artística, desistió de hacerlo y renunció también a entrar en la
aviación como piloto, ante el temor de su prometida por los riesgos de
tal profesión. Sin embargo, incluso en sus últimos años, se le iban los
ojos tras las alas delta y los ultraligeros. El 1 de agosto de 1928
empezó a trabajar en la Diputación Provincial de Barcelona, donde pasó
por los Negociados de Actas, donde tuvo de jefe a Josep Maria López Picó
-el ilustre poeta y editor catalán-, de Servicios Generales, y por la
Sección de Hacienda, donde permaneció hasta su jubilación voluntaria en
1979.
El 11 de abril de 1940 se casó con Montserrat Roca i Roca…
Con su esposa, Montserrat Roca i Roca
Con su esposa e hijos, Josep Lluís, Manuel y Antoni
Con sus compañeros del equipo de tiro con arco de la Diputación
Otro retrato con los compañeros del
Negociado de Actas de la Diputación
A partir de 1946 se dedicó a realizar una serie de esculturas de las que
he seleccionado las correspondientes a su hijo Josep y a su esposa
Montserrat…
Josep Lluís Tobella i Roca
(Escultura de arcilla-1946)
Montserrat Roca i Roca
(Escultura en madera de boj-1954)
Entre talla y talla un paseo no está de más
Pero además de la talla tenía otras aficiones, como el aeromodelismo y
el tiro con arco, donde coincidía con su hermano Javier y su cuñado
Ignasi Torra, con material que construía él mismo; pero poco a poco las
fue dejando al ver como se iban sofisticando, cada día más, dichas
actividades. La pintura tampoco estuvo ausente de su vida… aunque
siempre había manifestado que nunca se consideró un buen dibujante y que
tampoco había pisado estudio alguno ni de pintura ni de escultura.
Otra de sus grandes aficiones, la
pintura, que nunca la dejó de lado
Aquí aparece con sus tres hijos y nietos
Con su hijo Manuel
Pasaban los años y Manuel Tobella continuaba
con sus tallas y miniaturas navales
Mostrando una de sus obras
Manuel Tobella, en su madurez
Su “rincón” de trabajo, con todos sus artilugios
Otro tipo de herramientas para trabajos más diminutos
Cada uno de los juegos que compuso tenía su historia. Los comentaré por orden de elaboración.
Primer juego: Guerras entre el Emperador Carlos V y Francisco I de Francia
Tanto del primer juego como del segundo, según se desprende de los comentarios de los vídeos, existen pocas imágenes.
Piezas blancas del primer juego
(Carlos I de España y V de Alemania
con todo su ejército e infantería)
El emperador Carlos V y la reina Isabel de Portugal,
con sus “alfiles” (detalle del juego anterior)
Las huestes de Francisco I de Francia,
son las piezas negras
Francisco I y la reina Leonor de Austria
Detalle de las “torres blancas”
Las puertas de las murallas de
Ávila y Alcántara de Toledo
Detalle de las “torres negras”:
El Castillo de Graffe, en Nancy
y la torre de Carcassone
Este es el primero de los juegos que elaboró (fue un encargo que le hizo
el doctor Eduard Monistrol y Sala), según se desprende del titular que
figura en la noticia aparecida en Mundo Deportivo que antes he indicado,
con la única salvedad del cambio de Carlos I por el de Carlos V (*). En
el vídeo recibido consta exactamente con el título indicado más arriba.
Y el mismo título también figura en la portada del semanario Ramblas
del 8 de abril de 1946, donde se incluye un reportaje de
Manuel del Arco sobre el juego del doctor Monistrol, con el título de
Historia de un Ajedrez con Historia.
De dicho reportaje únicamente he podido escanear la primera de sus
páginas que, aunque bastante deficiente, es lo que he podido conseguir.
(*) De hecho es la misma persona: Carlos I de España y V de Alemania.
La segunda, situada en la séptima página, después de notables esfuerzos
he podido mal leer todo lo que figura después del recorte de prensa que
veremos después.
Resulta interesante poder conocer algunas de las vivencias del doctor
Monistrol en su periplo en el frente de guerra y la forma en que pudo
recibir algunas clases de ajedrez, de cómo conseguir un tablero y jugar
una partida: un hule de sobremesa con los consabidos cuadritos blancos y
negros fue la solución para que el doctor Monistrol pudiera jugar la
partida. Quizás debía encontrarse peor que estos jugadores que por lo
menos disponían de tablero -aunque parece un tanto circunstancial- y
piezas. Y también es posible que de ahí saliera su afición o su interés
por el juego.
1936 - En el frente del Ebro
También el Dr. Monistrol certifica que los reyes eran Carlos V e Isabel
de Portugal, por España, y Francisco I y Leonor de Austria, por Francia,
haciendo de torres la de Alcántara de Toledo y la Puerta de Ávila, por
el lado de las blancas, y la torre de Carcassone y el Castillo de Graffe
en Nancy, por las negras.
Caricatura del Dr. Monistrol
por Manuel del Arco
Titular del artículo
Primera parte del artículo
“Historia de un ajedrez con historia”
(Fuente: Semanario Ramblas, 8/4/1946)
El texto que sigue es la continuación del recorte del Semanario Ramblas,
partiendo de la parte legible del final de la segunda columna y que
figura en la página séptima de dicha revista.
“- Fíjese en la cabeza de Carlos V, me indica el señor Monistrol.
- Efectivamente, el parecido es exacto.
- Está tomado de un retrato del Tiziano. El autor de este ajedrez, el
miniaturista Tobella Adroher, se encariñó con mi idea y quiso realizar
una obra estimable. Todo responde a la realidad y sí, le costó dos años
dar cima a este capricho mío. Mucho tiempo invirtió en documentarse.
- ¿Parece usted orgulloso de poseer esta filigrana?
- No lo daría por nada. Me han ofrecido hasta diez mil pesetas (*) y seguirá en esta vitrina.
- ¿Y juega usted con él?
- Algunas veces, pero cuesta acostumbrarse; porque, claro está, no nos
son familiares estas formas. Habituados a las figuras torneadas, estas
piezas distraen. Sin embargo, hay un dato en la pequeña historia de este
ajedrez que creo es simpático.
- ¿Qué es?
- Fue estrenado por el campeón de España, Antonio Medina.
- ¿Jugaría con las blancas?
- Sí, y en frente tuvo en la partida al subcampeón, Llorens.
- ¿Resultado?
- Se repitió la Historia. Carlos V venció a Francisco I. Fue el 20 de noviembre de 1945. (**)
- ¿Grabó la fecha de ese nuevo Pavía?
- Naturalmente, y como entonces, Llorens dijo a Medina aquello de: “Todo se ha perdido, menos el honor.”
Por la irresistible fuerza de la Historia no podía decir otra cosa…
M. del A.”
(*) Diez mil pesetas de aquella época era un capital considerable.
Resulta sorprendente que al estar buscando información sobre otros temas
ajedrecísticos me saliera en una revista la imagen que sigue. Se trata
de Antonio Medina, ante la atenta mirada del que fuera presidente de las
Federaciones Catalana y Española, Agustín Pujol, en pleno desarrollo de
su partida ante Rafael Llorens, en el estreno del primero de los juegos
construidos por Manuel Tobella i Adroher y que pertenecía al doctor
Monistrol, como se explica en el artículo.
1946 - Medina, en su partida contra Rafael Llorens
(**) Como digo en otro sitio del artículo no me ha sido posible
encontrar dicha partida. No obstante, anotaré en su lugar otra jugada
por ambos ajedrecistas durante el Torneo Internacional de Barcelona de
1946 y donde Rafael Llorens utiliza la Defensa Francesa, que tampoco le
sirvió de mucho en esta nueva ocasión, como tampoco le sirvió a
Francisco I luchar contra Carlos V.
Medina García, Antonio - Llorens Llorens, Rafael [C11]
Torneo Internacional de Barcelona - Ronda 7 - 1946
1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cc3 Cf6 4.Ag5 dxe4 5.Cxe4 Ae7 6.Axf6 Axf6 7.Cf3 Cd7
8.c3 b6 9.Ad3 Ab7 10.De2 0-0 11.0-0-0 Ae7 12.h4 c6 13.Ceg5 h6 [13...Cf6 Esta jugada era más adecuada.]
14.Ah7+ (ver diagrama)
Posición después de 14.Ah7+
Jugada lógica para el estilo combinativo de Medina.
14...Rh8 15.Rb1?! De8?
Cuando uno se siente atenazado es fácil equivocarse... y aquí Llorens
no atina con la mejor. [>=15...Axg5 16.Cxg5 Dc7 Y pienso que el juego
está equilibrado.]
16.Ac2! Cf6 17.Ce5! c5 [17...Ad6 18.Cexf7+ Txf7 19.Ag6 y el blanco debe ganar.]
18.Cgxf7+ Rg8 19.Ag6 (ver diagrama)
Posición después de 19.Ag6
[En este momento Medina tenía otra forma de ganar... 19.Cxh6+ gxh6
20.De3 Y la presión sobre lo que queda de enroque negro será
definitiva.]
19...Da4 20.b3 Da5 21.c4 [21.Cxh6+ continuaba siendo mejor.]
21...b5 22.Cg5 bxc4 23.Dc2 hxg5 24.hxg5 Tfd8 25.Af7+ y Llorens pensó que ya había aguantado demasiado.
Segundo juego: Guerras entre Felipe II de España y Enrique II de Francia
Del segundo juego se poseen pocas imágenes.
Las piezas blancas pertenecen al “ejército” de España, con los reyes
Felipe II y María Tudor. Uno de los alfiles es Juan de Austria y las
torres son la del Oro de Sevilla y el Alcázar de Segovia.
Las piezas negras corresponden a los franceses, con el Rey Enrique II y Catalina de Médecis.
Este formidable juego es el que fue adquirido en 1953 por el entonces
presidente de la Federación Catalana de Ajedrez, Vicente Almirall
Castells, como ya había comentado al principio.
Aquí tengo que hacer un paréntesis. Una vez tenía prácticamente
terminado el artículo y después de haber mantenido una conversación
telefónica con Josep Lluís Tobella, el hijo mayor de Manuel Tobella i
Adroher, debo manifestar que el segundo de los juegos ya estaba tallado
cuando Almirall se interesó por él. Es decir, cuando el escultor
terminó el del Dr. Monisrol fue este mismo personaje quién le insinúo y
animó a que continuara realizando más juegos de este tipo. Y así lo
hizo.
Ejército de Felipe II y María Tudor
Ejército de Enrique II y Catalina de Médecis
Las reinas Isabel de Portugal (primer juego)
y María Tudor (segundo juego)
Tercer juego: Guerras entre Felipe IV de España y Luís XIII de Borbón
Tal como indica Tobella en la entrevista, el tercer juego fue el
enviado -en representación de la Federación Española de Ajedrez- a la
Exposición Internacional de Juegos de Ajedrez que se celebró en el
Maryhill Museum, Estado de Washington, Estados Unidos. Lo construyó
entre los años 1951 a 1954. Dicho juego estaba basado en las guerras
que sostuvieron Felipe IV de España y Luis XIII de Borbón, de Francia, y
que terminaron en la Paz de los Pirineos. Podemos ver unas imágenes de
este excelente tercer juego y el porqué del revuelo que originó debido a
su belleza.
Las piezas blancas, como siempre, representan al ejército español y las
negras al francés. En las piezas blancas figuran los reyes Felipe IV e
Isabel de Borbón; el Cardenal Gaspar de Borja y Velasco y el
Cardenal-infante don Fernando de Austria, como alfiles; como caballeros,
el Marqués Ambrosio d’Spinola y el Duque de Feria. Como torres, el
campanario del Reloj de la catedral de Barcelona y uno de los
campanarios del Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Los reyes de las negras son Luis XIII y Ana de Austria; los caballeros
el príncipe de Carignan, Tomás Filiberto de Saboya y Luis II de Borbón,
príncipe de Condé; los alfiles están representados por los cardenales
Richelieu y Mazarino. Y como torres tenemos el campanario de la Catedral
de Montpeller y la torre de Saint-Germain-des-Prés, de París.
Las blancas fueron talladas con madera de boj y las negras con madera de serbal, que suele tener un tono más rojizo.
Sobre este juego me extenderé un poco más que en los anteriores debido a
que vale la pena observar con detenimiento, sobretodo, los detalles de
las figuras, donde veremos la excelente labor del maestro Tobella.
Piezas del tercer juego: las blancas representan
a Felipe IV e Isabel de Borbón con su tropa
Las piezas negras del tercer juego: son las
huestes del bando francés de Luís XIII
Las torres “francesas” de Saint-Germain-des-Prés, de
París y del campanario de la catedral de Montpeller
Detalle del campanario de la catedral de Montpeller
Felipe IV
Detalle de la reina Isabel de Borbón
Detalle del vestido de Isabel de Borbón
El Marqués Ambrosio d’Spinola
Detalle del caballo y del Duque de Feria
Detalle del Cardenal-infante
don Fernando de Austria
Ana de Austria, detalle del libro
La reina Ana de Austria
Luis XIII de Borbón, rey de Francia
Lámina del libro de donde
copió al Cardenal Mazarino
Fragmento de la figura del “alfil” Mazarino
(observar la similitud de talla y dibujo)
Lámima del libro con el Cardenal Richelieu
El otro “alfil” de madera, Richelieu
(igualmente semejante al del dibujo)
Príncipe de Carignan,
Tomás Filiberto de Saboya
Luis II de Borbón, principe de Condé
Detalle de uno de los peones “franceses”
Detalle de un personaje de la infantería francesa
Los dos documentos que siguen se refieren a sendas cartas que le fueron
dirigidas, tanto por el director del Maryhill Museum of Fine Arts como
por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, en agradecimiento por
el envío de su juego -número tres- a la Exposición Internacional que
antes he citado. Podemos observar que mientras el Maryhill Museum
enviaba el escrito (*) a su domicilio de Barcelona en la plaza de la
Sagrada Familia (nº 3), el Ministerio lo hacía a través de la Federación
Española de Ajedrez.
(*) Únicamento he incluido dos fragmentos de dicho escrito.
Maryhill Museum of Fine Arts
Fragmento de la carta del Maryhill Museum
Parte final de la carta del Maryhill Museum
Carta del Ministerio de Asuntos Exteriores de España
Tanto este juego que hemos visto como los dos que seguirán quedaron en
poder de sus hijos. Es por ello que se disponen de imágenes de todo.
Cuarto juego: Guerra de la Independencia (o del Francés)
Las imágenes que veremos de este juego se refieren básicamente a las
defensas de las ciudades de Girona y Zaragoza, ciudades que fueron
invadidas por el ejército francés.
También en este caso las blancas corresponden al ejército español. Los
reyes son Fernando VII y María Cristina de Borbón. Toman conciencia de
alfil el Duque de Wellington y el General Castaños y las torres son los
campanarios de Santa María del Mar de Barcelona y San Félix de Girona.
Los caballeros son los artífices de la resistencia: Álvarez de Castro,
en Girona y José de Palafox, en Zaragoza.
Por lo que respecta a las piezas negras, tenemos a Napoleón I Bonaparte y
a la reina María Luisa de Austria. Las torres son las del campanario de
Lumio, en Córcega, donde nació Napoleón, y el campanario de la catedral
de Saint Front de Périgueux. Los caballeros son el mariscal Jean
Lannes, primer duque de Montebello, y el mariscal Pierre François
Charles Augereau, que luchó contra Álvarez de Castro en Girona. Y los
alfiles estaban destinados a los mariscales Pierre-Antoine Dupont de
l’Étang y André Masséna.
Piezas blancas del cuarto juego
La guerra de la Independencia
Napoleón I Bonaparte
La reina María Luisa de Habsburgo-Lorena
Los monarcas Fernando VII
y María Cristina de Borbón
Lámina del libro: Álvarez de Castro
Álvarez de Castro, a caballo (Detalle)
José de Palafox y su caballo (Detalle)
Detalle del campanario de Santa María del Mar
Detalle del campanario de San Félix, de Girona
Detalle de más piezas del cuarto juego
Detalle del campanario de San Lumio, de Córcega
Detalle del campanario de Saint Front de Périgueux
El mariscal Lannes, montando uno de sus caballos (Detalle)
El mariscal Augereau
El mariscal Dupont, uno de los alfiles
Y el mariscal Masséna, el otro alfil (Detalle)
Detalle de uno de los “peones” franceses
Agustina de Aragón, la heroína,
parte de la infantería
El “timbaler” del Bruc
Otro “peón” en la defensa de Girona
Detalle de la figura anterior
Quinto juego: La guerra de sucesión
En este juego, terminado en 1978, Manuel Tobella intentó evocar la
Guerra de Sucesión entre Felipe V de Borbón y el Archiduque Carlos, de
la Casa de Austria. Las torres blancas tienen como motivo los
campanarios de San Esteban de Segovia y de la catedral de Teruel. Los
caballos blancos los montan los duques de Orleans y de Vendôme. Ejercen
de alfiles José Patiño Rosales, secretario de estado durante el reinado
de Felipe V, y el duque de Berwick. Los reyes son Felipe V y María
Luisa Gabriela de Saboya, primera esposa de dicho rey, con quien se
había casado en Barcelona.
Las huestes de Felipe V de Borbón
Campanario de San Esteban de
Segovia, una de las torres
Detalle del campanario de la
catedral de Teruel, la otra torre
Felipe V
La reina María Luisa Gabriela de Saboya
Uno de los caballeros blancos:
El duque de Vendôme (Detalle)
El segundo caballero: El duque de Orleans
El “alfil” José Patiño (Detalle)
Uno de los peones de
las tropas borbónicas
Las piezas negras: La reina es Isabel Cristina de Brunswick, que hacía
poco se había casado -precisamente en la Iglesia de Santa María del Mar,
también en Barcelona-, con el Archiduque Carlos de Austria, que también
era conocido como Carlos III rey de España (*) en su lucha por los
derechos al trono español frente a Felipe V; las torres corresponden a
los campanarios de la
Seu Vella de Lleida y de la catedral de
León. Los caballeros negros son el duque de Malborough y el príncipe
Francisco Eugenio de Saboya. Uno de los alfiles es el conde Antonio de
Villarroel y el otro el conde James Stanhope.
(*) No se debe confundir por tanto con Carlos III de Borbón, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio.
Las piezas negras: Las tropas de la Casa de Austria
El archiduque Carlos de Austria, Carlos III de España
Isabel Cristina de Brunswick
Campanario de la
Seu Vella de Lleida
Detalle del campanario anterior
La catedral de León (Detalle)
El duque de Malborough
El príncipe Francisco Eugenio de Saboya
El conde James Stanhope, un alfil (Detalle)
Antonio de Villarroel, el otro alfil
Un peón de la Casa de Austria
Pero Manuel Tobella Adroher, hombre casero para quien la talla en madera
constituía una vía de relajación y una diversión, no se dedicó
únicamente a tallar juegos de ajedrez. Cualquier detalle o cosa que le
sugiriese algo especial era suficiente para motivarle y emprender una
nueva obra. Incluso en los años cuarenta del siglo pasado realizó
diversos trabajos en arcilla, de notable concepción, como el siguiente…
1940 - Desconsuelo
En la siguiente imagen podemos contemplar la portada del estuche del DVD
(confeccionado por Josep Marquès i Vaqué) donde se intuyen nuevos
trabajos y, a continuación, un detalle más cercano de alguno de ellos,
en el que podemos contemplar la belleza de la talla y de su trabajo.
Portada del estuche del DVD
Y en la contraportada se halla el resumen de la obra que ha sido consignada en los mismos…
Contraportada del DVD
Observemos ahora con detalle el laborioso y gran trabajo realizado en la construcción de esta galera que figura a continuación…
Detalle de la galera La Real,
con madera de boj y encina
O este otro que corresponde a una talla sobre la parte superior de una
arqueta o pequeño arcón, donde se representa la leyenda de la historia
del Escudo de Cataluña. En el frontal la del timbaler del Bruc; en los
laterales, Rafael de Casanova con la bandera de Santa Eulalia y el rey
Berenguer II, Cap d’Estopa, asesinado por su hermano, Berenguer Ramón,
El Fraticida. Y en la parte trasera, la entrada del rey Jaume I en
Valencia.
Detalle del arcón tallado con la leyenda
de la historia del Escudo de Cataluña
Una talla en relieve de la Santa Cena
Al final de los dos vídeos figuran un par de agradecimientos, que en
modo alguno puedo omitir y que me he tomado la libertad de exponer tal
cual aparecen en los fotogramas de dicho documento gráfico…
Agradecimientos
Siento no poder incluir todas las imágenes para que pudiérais comprobar
la gran cantidad y calidad de sus obras, de todo tipo, que figuran en
los aludidos vídeos. Si él se consideraba un modesto aficionado he de
manifestar que en esto estaba completamente equivocado. Una persona que
pudo realizar todo lo que he podido ver con mis propios ojos y estar
presente en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada a finales
del año 1941 en el Palacio del Retiro de Madrid, al lado de
ilustrísimos artistas como Llimona, Clará o el propio Marés, merece, no
solamente este pequeño homenaje que intento realizar con mi artículo,
sino un lugar más alto en el recuerdo de todos los personajes que han
enaltecido la historia de Cataluña.
Recorte de La Vanguardia
12 de noviembre de 1941
En esta ocasión no ha habido ningún torneo para explicar, ni tampoco
ninguna partida, salvo la excepción realizada con la partida
Medina-Llorens, e incluso es posible que me haya excedido en detalles no
directamente relacionados con el ajedrez pero, a veces, el tratar de
fotografiar a la persona, con objeto de conocer un poco más sobre ella,
opino que se hace necesario.
Y también creo que estas curiosidades y/o circunstancias que van
saliendo en el discurrir de nuestros dias también son dignas de mención y
de figurar en los anales de la historia de nuestro Ajedrez, al tiempo
que recordar una de las muchas figuras que han dedicado su tiempo a este
juego, tanto de forma directa como indirecta y que su esfuerzo y
dedicación no queden en el anonimato, ni para el público en general ni
tampoco para los amantes del Ajedrez.
Antes de terminar, indicaros que en
Los domingos de ABC,
del 11 de enero de 1987, apareció un extenso artículo de tres páginas,
escrito por José Manuel Roca y con fotografías de Àngel Roca, con el
título de
Batallas Incruentas,
que os emplazo a leer puesto que, de hacerlo, os encontraréis con las
confesiones del propio Tobella, que realiza ante el entrevistador, sobre
todas y cada una de sus obras. Confesiones que encuentro esclarecedoras
para entender su obra.
Aquí solamente incluiré una parte de dicha larga entrevista, donde se pueden ver algunas de sus respuestas…
Recorte fragmentado
de la entrevista (1)
Recorte fragmentado
de la entrevista (2)

Recorte fragmentado
de la entrevista (3)
Únicamente me queda dar las gracias a
Manuel Tobella i Roca por
la atención que ha tenido en atender a mi llamada, por las facilidades
en poder completar las pocas páginas de la vida de su padre que yo
poseía y que, con la información facilitada y con el envío de dos
extensos DVD de un total de 82 minutos, me ha permitido gozar de un
paseo inolvidable por los caminos que su padre,
Manuel Tobella i Adroher, tuvo la osadía de convertir en una obra genial y espléndida. Y también a su hermano
Josep Lluís Tobella i Roca,
con el que con posterioridad también he mantenido contactos y me ha
ayudado a que la presente historia no se desviara de la realidad.
Una pequeña muestra de lo manifestado la habéis contemplado en este
artículo, en la espera de que podáis juzgar vosotros mismos y de que
también hayáis descubierto aspectos inéditos que forman parte de la
Historia del Ajedrez.
Joaquim Travesset
26 de noviembre de 2014