Hace ya mucho tiempo, corría el mes de mayo de 2017, que recibía una agradable sorpresa. El amigo Eduard Labián Sánchez-Maroto, integrante del Club d’Escacs Olot, me enviaba una copia de un librito, hecho a mano, que contenía 24 problemas con sus respectivas soluciones. En un principio Labián creía que los problemas de ajedrez que contenía se referían al que fue segundo presidente de la SEPA, Sociedad Española de Problemistas de Ajedrez, Francisco Novejarque Iranzo, por cuanto en el principio de dicho librito figura una foto en color de este excelente compositor. Más adelante añadía que debía tratarse de una confusión, puesto que me indicaba que los problemas eran de su hermano Ángel, tal como rezaba una de las primeras páginas del libro, que veremos y comentaré después.
Antes de continuar, dejadme que haga un introito para situarnos.
Me cuenta Labián que en Olot existía, hasta no hacía mucho, la Librería Sala, en la calle de Clivillers. Desgraciadamente, en marzo de 2017 cerraron definitivamente las puertas después de casi 100 años de existencia. Esta librería la regentaba a principios del Siglo XX, Esteve Sala i Tomàs, que estaba casado con Maria Josepa Gibert i Torrent, hermana de Assumpció Gibert i Torrent, esposa de Francisco Novejarque. Del matrimonio de Esteve Sala y Maria Josepa Gibert nacieron, al menos, cuatro hijos, Joaquim, Francesc, Antoni y Llorenç. De todos ellos, Labián únicamente llegó a conocer a uno, Antoni, o Anton, como le llamaban amigablemente. Este último, conjuntamente con su esposa, Janina Pagès, originaria de Argelès-sur-Mer, regentaron la librería hasta el año 1977, en que falleció Anton. A partir de entonces la viuda continuó con el negocio e hizo donación de algunos libros de ajedrez, entre ellos éste que nos ocupa desde el inicio. La Librería Sala siempre destacó por tener en sus anaqueles libros de ajedrez. Era la única librería de Olot que los tenía de forma regular, con los títulos más relevantes del momento. Labián intentó recoger más información sobre la viuda Sala pero, lamentablemente, aquellos deseos no se vieron cumplidos, puesto que no ha encontrado vestigios de sus ulteriores pasos.
I - FRANCISCO NOVEJARQUE IRANZO
(Valencia: 17/8/1878 - Barcelona: 15/6/1950)
Francisco Novejarque empezó a componer en el año 1917 y su primer problema obtuvo el tercer premio en el I Concurso Nacional Español. Compuso más de 250 problemas, de los cuales 109 obtuvieron recompensas en concursos Internacionales, contando con muchos primeros premios. Su especialidad era el mate en dos jugadas, habiendo compuesto verdaderas obras maestras. Francisco Novejarque es quién siguió la estela de los históricos Tolosa, Paluzíe, Marín y Puig i Puig. Comentaba Antonio F. Argüelles i Ferrer, que entre los seguidores que este notable cuarteto consiguió, fue el que antes sobresalió con sus excelentes realizaciones y que, con los numerosos éxitos alcanzados por doquier, se convertiría en el problemista de más relieve de la generación que empieza a trabajar en la década 1910/1920. Valenciano de nacimiento y barcelonés de adopción, puesto que era muy joven cuando vino a trabajar y se estableció en Barcelona. Su vocación ajedrecística surgió, tal vez, al lado de sus hermano Ángel, a quién sus contemporáneos conocieron, principalmente, por un trabajo incansable de creación de jeroglíficos, historietas y otros entretenimientos matemáticos, divulgados en las publicaciones de aquellos años. Más adelante hablaremos de él. Aquí tenemos el primer problema.
Novejarque Iranzo, Francisco (Barcelona)
B+ (Mate en 2 jugadas)
I Concurso Nacional Español, 3er. premio, 1917
En palabras de Paluzíe: arribar i moldre (algo parecido a llegar y besar el santo). Revelaba gran habilidad, la idea, cuádruple sacrificio de dama, era de verdadero problemista. Al año siguiente obtendría el primer premio en este mismo torneo.
Francisco Novejarque obtuvo, como he dicho antes, más de cien distinciones en concursos nacionales e internacionales, de los cuales trece fueron primeros premios.
Julio Peris Pardo decía de él que sus obras sobresalían por la elegancia de sus posiciones, por la irreprochable construcción, por la fertilidad de sus ideas, y que la belleza de sus mates encantaba y deleitaban al solucionista. Al poco tiempo sus composiciones se fueron publicando en las más prestigiosas revistas extranjeras, como podemos ver si entramos en el pgn adjunto, en el que he podido reunir una gran parte de sus obras.
Fue, a la muerte del Dr. Esteve Puig i Puig, entonces Presidente de la SEPA, Sociedad Española de Problemistas de Ajedrez, quién le sucedió en el cargo, dirigiendo durante diez años las actividades problemística de nuestro país, en un período de dificultades de diverso orden. A pesar de ello fue publicado un boletín bimestral que con su empeño se fue transformando, poco a poco, en lo que sería la revista PROBLEMAS, sabiendo mantener el prestigio de esta entidad al mismo nivel que su predecesor, el primero de sus presidentes. También destacó como juez en muchos torneos internacionales y sus opiniones y decisiones eran respetadas, solicitadas y aceptadas.
Poco después de cumplir los 70 años, y con la salud un tanto delicada, la FEDA le concedió en 1949 la Primera Medalla de Oro al Mérito Ajedrecístico. Fallecería poco después, dejando un vació difícil de llenar. Preferentemente Francisco Novejarque compuso mates en dos jugadas, pero también patentizó su maestrazgo en mates de tres jugadas.
Pocas son las fotografías que se conocen en las que aparezca Francisco Novejarque. Una de ellas fue en este homenaje a su colega Antonio Fernández-Argüelles y Ferrer, celebrado el sábado, 21 de octubre de 1933, en el Hotel Marina, sito en la Plaza Palacio, nº 10, de Barcelona, y promovido por el Club d’Escacs Iberia, precisamente un club cuya cuota de socio mensual estaba establecida en ¡¡¡UNA PESETA!!!, (ver este artículo), un club que fue cuna de grandes ajedrecistas y compositores, entre ellos Josep Mandil i Pujadó, y que estaba ubicado en la calle Cerdeña, nº 269. Dicha fotografía apareció en la revista Els Escacs a Catalunya y, aunque no es demasiado nítida, en ella puedo distinguir a algunos de aquellos personajes que tanto contribuyeron en todas las facetes del ajedrez. Es evidente que de algunas de estas personas ignoro su identidad. Los que he podido identificar, con todas las reservas, lo indico en el pie de foto. Los once que están de pie los numeraré. Pero existen un buen número de personalidades importantes que no pudieron aparecer en la imagen, como Július Sunyer, Albert Gil, Francesc Armengol… Pero ya se encargó Josep Mandil, Secretario de la Comisión Organizadora, de dar cuenta de todas las adhesiones recibidas, escritas y telegráficas, tanto nacionales como extranjeras, haciéndole entrega de la Medalla de Mérito, en nombre del club organizador. Precisamente, durante este homenaje se hizo entrega a Argüelles, entre otras cosas, de un problema de Francisco Novejarque, compuesto expresamente para esta ocasión, y que podremos ver después de la fotografía que sigue…
21/10/1933 - Homenaje a Antonio F. Argüelles, en el Hotel Marina
De izquierda a derecha, sentados: Valentín Martín, Esteve Puig
i Puig, Sra. Argüelles, Antonio Argüelles, Sra. Novejarque
-Assumpció Gibert i Torrent-, Francisco Novejarque y
Constantino Llambías Morató, presidente del CAB
De pie: 1-Josep Mandil i Pujadó, el reputado compositor
de finales artísticos, 2- Ramon Folch Gil, un buen problemista,
3- Juan Pons Cubo, ex presidente del CAB, 4- Antoni Santasusagna
Boniquet, tesorero del Club d’Escacs Ibèria y Presidente de la
Federació Catalana d’Escacs, 5 Albert Albertí, campeón del Club
d’Escacs Ibèria, 6- (No identificado), 7- Josep Albert, de la
revista Els Escacs a Catalunya, 8- Plàcid Soler i Bordas, co-fundador
del Club Ajedrez Barcelona, 9, 10 y 11- (No identificados)
Novejarque Iranzo, Francisco
B+ (Mate en 2 jugadas)
Dedicado a Antonio F. Argüelles, 21/10/1933
1er. premio Els Escacs a Catalunya
En el número 98/99, de mayo/junio de 1950, la SEPA quiso rendirle homenaje a través de su revista Problemas. A los sentidos artículos de Antonio Fernández-Argüelles i Ferrer, Ricard Guinart i Cavallé y Julio Peris Pardo, figuraban seis de sus recompensas. Como sea que el interés no puede quedar en el mero comentario, me he tomado la libertad de copiar todo esto del ejemplar que figura en mi archivo, así podremos ver cómo definen estos tres personajes importantes a este hombre que fue un adalid en la composición de problemas.
Mientras tanto, en la página 26 se incorporaba una distinción más para Francisco Novejarque. Tal vez este sea uno de sus últimos problemas premiados, que podemos ver a continuación. (Tiene dos premios más del año 1950. Una primera mención en Monitor, así como un primer/segundo premio en la Agrupación Artística Aragonesa, todos ellos incorporados al pgn adjunto).
Francisco Novejarque Iranzo
B+ (Mate en 2 jugadas)
Magasinet - 1er semestre 1950
2ª. Mención de Honor
Y este otro problema, con esta posición FEN: 4r3/2r5/Bp2R2b/1n6/2n2Q2/3kNbRq/2p1p1N1/2K1B3 w, que podéis ver en el siguiente enlace, creó una buena serie de comentarios.
Y esto es todo lo que puedo decir de Francisco Novejarque. Veamos, ahora, quién fue su hermano mayor, Ángel.
II - ANGEL NOVEJARQUE IRANZO
Un problemista muy peculiar
Y aquí quedará claro lo que indicaba al principio. Pese a que en las primeras páginas figura una fotografía de Francisco Novejarque –que yo suponía como homenaje de su hermano Ángel-, con una dedicatoria-obsequio de la viuda de Anton Sala, y el sello del club d’escacs Olot, si seguimos en las páginas manuscritas encontramos el título de la obra y el nombre de su autor. A pesar de la incertidumbre inicial, todos los problemas correspondían a Ángel, quién nunca mostró un gran entusiasmo en seguir los pasos de su hermano en la composición y se dedicó a otros quehaceres, como comento más adelante. Pero realmente estaba equivocado…
…y, puesto que había alguna cosa que no me cuadraba, consulté al amigo Labián y éste me indició que la fotografía de Francisco Novejarque fue entregada al entonces bibliotecario del Club d’Escacs Olot, el también amigo Carles Casacuberta, por la viuda de Anton Sala y, para que no se extraviara, éste la incorporó al librito con la inclusión, de su puño y letra, de su nombre y apellido, para su identificación. Un extremo que me ha confirmado el propio Carles Casacuberta, añadiendo que de todo esto hace más de 50 años y que no recuerda cómo llegó exactamente la foto a sus manos.
Después de esta aclaración, veamos algunos aspectos de la vida de este personaje.
El 29 de noviembre de 1930, en la revista valenciana La Chala, nº 228, aparecía un escrito en valenciano sobre Ángel, dentro del apartado que rezaba:
Valensians Ilustres: ANGEL NOVEJARQUE IRANZO
(Traduzco al castellano):
“Ved aquí uno de los valencianos a quién no se le ha hecho la debida justicia. Es verdad que el campo de acción donde desarrolló sus actividades y poderosa imaginación, es limitado en extremo, si en otras artes se compara; pero tampoco no es menos cierto que Novejarque supo imprimir a la criptografía –que es el arte del que venimos hablando y al que él se dedicó con gran entusiasmo- supo imprimirlo, repetimos, nuevas formas y, al propio tiempo tan originales, que extendiendo su modalidad por toda la prensa mundial de habla castellano vino a formar la sólida base sobre la que hoy gira y se eleva este difícil arte.”
“¿Quién, al encontrarse delante de un problema de difícil solución, no ha exclamado, desalentado: “Esto no lo descifra ni Novejarque”, como se ha dicho en el Congreso de los Diputados en distintas ocasiones?”
“Pues esa frase, por sí sola, habla bien claro y muy alto de la valía del gran criptógrafo y de su popularidad, no alcanzada hasta la fecha por ningún otro.”
“Nació nuestro biografiado en Valencia, en el barrio de Velluters, el día 22 de Agosto de 1876, y fueron sus padres don José Novejarque Hernández y doña Teresa Iranzo Hernández.”
“Estudió las primeras letras, únicas que cursó, en la popular escuela de la calle de Guillem Sorolla. Desde muy joven demostró gran afición al dibujo por lo que sus padres lo matricularon en la Academia de San Carlos, donde cursó toda la carrera de pintor. Jovencito aún se puso a trabajar de dibujante litógrafo en casa de Rafael Sanchis Arcís (1864/1939), oficio que cambió después por el de pintor de palmitos. Tenía 17 años cuando remitió a la revista La Gran Vía, que publicaba el autor de la obra teatral del mismo nombre, don Felipe Pérez y González, las soluciones a las adivinanzas que en ella se publicaban, y al ver su nombre entre los de los solucionistas que acertaban, considerando aquello como un triunfo, envió el siguiente anagrama que se publicó el día 3 de diciembre de 1893:”
“A LA LUNA DE VALENCIA FRAY GIRADO”
“Cuya solución es: La Gran Vía y El dúo de la Africana.”
“Alentado por este primer paso, envió trabajos a Blanco y Negro, que por entonces comenzaba con gran éxito su publicación; trabajos que eran publicados en puestos preferentes de la sección correspondiente y, a partir de aquí, no dejó de colaborar en ningún periódico que dedicara un espacio a estos entretenimientos, sabiendo adaptarse siempre al carácter de la publicación.”
“Dedicado ya de lleno a la criptografía, de la que era una especie de Víctor Hugo, según una frase feliz de un afamado publicista, abandonó su profesión de pintor, y pronto su nombre se hizo popular, no ya en España, sino en las Américas españolas, en cuales publicaciones periodísticas no podía faltar un trabajo de Novejarque en la sección recreativa.”
“Su fecundidad fue tanta que, cuatro años después de su muerte, aún se publicaban trabajos de él y, según comunica su hermano Francisco Novejarque (a cuya amabilidad debemos gran parte de estos apuntes biográficos) aún quedan inéditos algunos centenares de dichos trabajos, algunos de ellos en Esperanto y valenciano; porque fue un gran esperantista y todavía más grande valencianista. En Esperanto publicó muchos artículos originales y traducidos, como así no pocos pasatiempos. Ganó un premio en los Juegos Florales Esperantistas, celebrados en Tarragona en el año 1911.”
“Valiéndose de este idioma escribió una postal que recorrió las cinco partes del mundo, regresando a sus manos cuando él ya la creía perdida.”
“Fue un formidable jugador de ajedrez y le premiaron unos diez problemas. También jugó algunas partidas por correspondencia con jugadores extranjeros.”
“Fue fundador y director de un semanario criptográfico, titulado Mesa Revuelta (*), casi todo escrito por él. Comenzó la publicación el día 4 de julio de 1915 y terminó el 29 de septiembre del mismo año. La enorme subida de los precios del papel, a causa de la Gran Guerra, fue el único motivo de la suspensión.”
(*): Una vez más, Miquel Artigas, al tener conocimiento que estaba gestando un artículo sobre los hermanos Novejarque, me ha adjuntado la portada del nº 6 de la revista Mesa Revuelta, publicado el 8 de agosto de 1915. Me dice, además, que tuvo suerte de adquirir este ejemplar y que cree que de dicha revista se publicaron trece números, entre el 4 de julio de 1915 al 26 de septiembre del mismo año y que son una maravilla. Tenían, incluso, una sección de ajedrez que estuvo a cargo -según cree haber leído- de Josep Paluzíe i Lucena.
Ahora podemos ver la página destinada al ajedrez que antes he aludido. En ella figura un mate en 3 de Agustín Gómez Torresano, una partida del Campeonato de Catalunya de 1914, las soluciones a los problemas y acertijos anteriores, así como diversas comunicaciones a los aficionados en un tipo de escritura apto para los interesados en descifrar su contenido. Un detalle importante, tanto el problema de Gómez como la partida entre De Villegas y el Dr. Puig no figuraban en mis bases. A ambos contendientes los podemos ver en una foto del 1914, año de la partida. Podéis clicar en la imagen de la revista para no perder detalles de su contenido. Tanto el problema como la partida podéis encontrarlos en el pgn de Ángel Novejarque.
Continuemos ahora por donde íbamos…
“Hizo varias fallas; una de ellas en la calle de Zaragoza, de la cual tal vez algún día hablaremos (*), pues concurrieron en ella incidentes dignos de contarse. Murió en Valencia, el 14 de marzo de 1922.”
(*): Una falla que llevaba el nombre de Extravagancia y que nadie pudo descifrar su significado. Aludía directamente a carlistas, republicanos, liberales y monárquicos, pero la intención de la cual nadie jamás pudo resolver. Encima de estas líneas hemos visto el esbozo. Y más abajo podemos ver una fotografía de dicha falla. De todas las fallas que se plantaron en la calle Zaragoza –en aquellos años esta calle era la más bulliciosa y comercial de Valencia. Una calle de bazares y tranvías, con el fondo de la Catedral- la que más ríos de tinta hizo correr fue la que se alzó en la esquina de la calle Corregería. Los versos y el libreto de la cual fueron censurados por el Ayuntamiento y parte de la falla fue modificada. Parece ser que la falla tenía una acusada intención política, pero siendo cierto, la realidad es que nadie en el Ayuntamiento la entendió, ni en el esbozo, ni en la explicación y, por miedo a lo desconocido, fue censurada. La razón de que aquella falla fuera indescifrable está en su autor, Ángel Novejarque Iranzo.
Ahora podemos pasar al manuscrito con los 24 problemas de Ángel Novejarque…
Tal vez el problema que ahora veremos fue uno de los primeros que compuso. Obtuvo la tercera mención en el I Concurso Internacional Español. Un certamen que fue organizado desde la Penya de Ajedrez que se había constituido en la popular Sala Imperio, junto con los Clusella, Escuté, Palazón y otros. Un concurso cuyo primer premio cayó en las manos de Valentin Marín y el tercero fue para su hermano Francisco. Aquí podemos ver dicho problema en una de sus notas manuscritas. Unas notas manuscritas que, como curiosidad, creo interesante que figuren en esta crónica. No siempre se tienen notas de puño y letra de nuestros compositores.
Ahora que ya hemos visto el dibujo de los 24 problemas publicados por Ángel Novejarque, también debo indicar que al final del librito están todas las soluciones a los mismos. El siguiente recorte se refiere a los problemas 8 y 9.
Solución a los problemas nº 8 y nº 9
Además de un número significativo de problemas, compuso toda serie de distracciones, acertijos, anagramas, charadas, pentagramas, acrósticos, quisicosas, incógnitas; bajo el título de MENUDENCIAS, incorporaba todo esto. En definitiva, infinidad de todo tipo de pasatiempos y traducciones. En la imagen que sigue, única que pude encontrar, le vemos enfrascado en sus tareas.
En cierta ocasión, el que fuera un notable escritor, novelista, ensayista, prologuista y un montón de cosas más, como inesperado actor de cine y miembro de la Real Academia Española, Federico García Sánchiz (ver su biografía en la wikipedia), quiso escribir sobre la singular personalidad de Ángel Novejarque. Lo hizo el 18 de febrero de 1909, en la revista Nuevo Mundo. A pesar que su crónica resulta un tanto extraña, he decidido incluirla aquí para intentar conocer, si es posible, un poco de la personalidad de Ángel Novejarque Iranzo. Decía lo siguiente:
“Me dispongo a hilvanar estas notas en la biblioteca de un casino, y un amigo que lee a mi lado me pregunta:”
“El mismo asombro manifiesta toda aquella gente a la cual, si se ofrece ocasión, hablo del popular jeroglifista. Y entre todos los incrédulos no son los más obcecados en no moverse de sus negaciones esos que pasan porque Novejarque sea un pseudónimo. Hay una tácita avenencia para negar a Novejarque la realidad de vida que tiene. ¿Qué más? Si ha surgido alguien que ya por su natural crédulo y buena fe, ya por inspiración divina, no se resiste a admitir que en la gallofa de alguna vicaría está inscrito este nombre de Novejarque, tampoco el tal vidente, que así podemos llamarlo, acierta en la manera como se figura al logogrifista. Y lo bueno es que también se establece una conformidad de pareceres en ese caso. "–Novejarque –dicen- debe de der rico, sportsman, neurasténico, pulcro, causeur, con su chispa de Mefistófeles; no se habrá casado, residirá en una casa exótica de una ciudad fría y extraña…"”
“¡Alto ahí! Nada o muy poco de cuanto se engarza en tan desenfrenada novelería lleva la verdad. Novejarque, Ángel Novejarque, no guarda ni una sola incógnita: las de sus jeroglíficos las entrega en el próximo número, y en cuanto a la suya personal atribuírsela es lo que entendemos por ganas de poner motes a las personas. No en balde se llama Ángel y Novejarque: nombre de pila y apellido encierran su valor en un símbolo.”
“Bastante tiempo transcurrió desde que el cronista saliose de su tierra, la de Novejarque, la hermosa Valencia. Sin embargo, de los dos años que ya se perdieron en la mar, todavía conservo el recuerdo de mi amigo, sin mella ni bruma; y es que si le he visto mil veces, en las novecientas noventa y nueve lo hallé en igual postura que cuando la vez primera. Ni los brahmines conservan su inmovilidad como Novejarque la suya.”
(*) El problema que hemos visto más arriba ignoro si es de su cosecha. No obstante, y a pesar de que observo que existe una doble solución, lo he incorporado al pgn.
“Me acuerdo de aquel cuarto en una angosta calle antigua, calle donde aún se oye el provinciano pregonar de ciertas mercancías, el traqueteo de los postreros telares de la seda, y al filo de media mañana, invariablemente, el guitarro y la voz sonora de aquel ciego que tuvo un lazarillo nombrado Lázaro de Tormes; la ronquilla garganta del abuelo y el afilado clarín del lazarillo suelen soliviantar y hasta amurriar a un vecino que, por otro lado, quizá sea el único que comprende su filosofar y su abolengo tan castizo. Pero este hombre enfurruñado, a pesar de sus caídos bigotes, su tupé y sus pómulos de gastada y brillante piel, semeja una araña que tejiera redes de cristal, y necesita para el logro de su artificio un mágico aislamiento: el carraspeo de los cantores le aparta de sus redes y le trae a la jota. Prueba el espoleado señor a levantarse de la mesa en que compone sus obrillas, y aquietarse paseando por la habitación; mas ha de desistir de su propósito, pues en cada una de las descarilladas baldosas hay un cuaderno abierto con logogrífica escritura reciente, que no acaba de secarse; un gatazo, que de tan gordo ya es un rollo informe que se creería atiborrado de algodón, sortea los libros y va de uno en uno, como si fuese hombre que atraviesa con la punta de los pies una calle encharcada. Renuncia el susodicho vecino a pasearse, y busca una distracción en las paredes; y allí, en unos cromos de antaño, de asunto frailuno, y un reloj de péndulos al aire, menea la lenteja de cobre en una señal negativa: nada alivia al hombre de las telas de araña; hasta que al fin decide levantarse y, siguiendo los equilibrios del gatazo, se asoma a un balcón de antiguos cuarterones y se encorva sobre la baranda, formando con su enjuto y hundido cuerpo un arco debajo del que florecen unas clavellinas y plumas de Santa Teresa. Al remate, el ciego y Lázaro se pierden por la calla arriba, y el sabroso tufillo de los pucheros que hierven en las casas inmediatas impregnan de seguridad y optimismo las narices del atormentado señor: el halagüeño tufo y el miedo al sol que constipa, le hacen volver a la mesa; se restriega las manos. En el reloj suenan once campanadas y nuestro hombre suspira de satisfacción: ¡En una hora ni siquiera el reloj molestará!... Y Novejarque, porque ese vecino es Novejarque, torna a las cristalinas telas de araña…”
“Ángel Novejarque anécdotas no tiene; aseguraría que tampoco tiene ambición; por lo que respecta a sus condiciones y gustos, son los de un hombre inocente, sobrio y más que sencillo a sus treinta años; no hay el sportsman en él, ni el Mefistófeles, ni el neurasténico. Le gustan… los dulces, le gusta ver salir a las modistas, le gusta distinguirse como mirón de las partidas de billar, ¡voilà! Él ni fuma, ni bebe, ni corteja novia; es muy friolero, desdeñoso de la moda y de las diversiones juveniles. Sus preferencias -¿quién lo ignorará?- son los jeroglíficos, los problemas de ajedrez, las revistas ilustradas de Madrid y el esperanto. Lo que de fijo no sabías tú, lector, que le admiras en la holganza, es que a sus preferencias se reduce, en absoluto, la vida de Novejarque; porque, en efecto, se ha consagrado como por compromiso de voto y juramento a ellas; apenas le amanece, labora en sus jeroglíficos, y luego del descanso de mediodía torna a trabajar, ¡lo que se dice a trabajar! En el sosiego del descanso cultiva regaladamente su jardín, que forma nada más que con los aplausos de la multitud… y con algo de aquella filosofía del ciego.”
“En suma, Ángel Novejarque, como la mayoría de nuestros ingenios, es una ilusión que se alimenta de ilusiones.”
Ahora podemos ver una imagen del autor de dichas líneas…
En el Heraldo de Madrid, del 7 de enero de 1920, apareció una entrevista de Antonio Cases a Ángel Novejarque. Es posible que con su contenido podamos conocer algunas cosas más de este personaje, puesto que él mismo se confiesa ante las preguntas. Creo que resultará interesante conocer su vida “enclaustrada” en el cuarto piso de un número indeterminado de la calle Teixidors, así como de sus posibles extravagancias, que yo me inclino en calificar de rarezas y originales fantasías.
Dentro del espacio “Los príncipes del Ingenio” y bajo el título que indico más abajo, comenzaba así:
NOVEJARQUE ES UN ACERTIJO MÁS
“Para ayudar a la genta a perder entretenidamente el tiempo,
es necesario saber más cosas que para ser ministro de Estado”
Y, por si fuera poco, he encontrado este recorte donde se ve perfectamente que también estaba muy implicado en el tema del Esperanto, tal como hemos visto que aparecía en el curso de la entrevista anterior. Si nos fijamos en el recorte que aparece poco después, aparece un tal Vicente Inglada. ¿No será acaso nuestro conocido ingeniero de caminos, gran divulgador de nuestro ajedrez a través de El Ajedrez Español?
Bien, supongo que con todo lo que hemos podido ver en este segundo apartado, podremos hacernos una clara idea de quién era Ángel Noverjarque, un personaje a quién, según lo que hemos leído en algún momento de su entrevista en La Chala, no se le ha hecho la debida justicia.
Y esto es todo. Un paseo por algunos escenarios de la vida de los hermanos Novejarque que, si bien optaron cada uno por caminos específicos diferentes, siempre procuraron que sus composiciones quedaran en el registro de los eternos.
Antes de terminar, permitidme mi agradecimiento a Eduard Labián Sánchez-Maroto, por su interés en que esta crónica sobre ambos personajes intentara conocer algunas peculiaridades de la vida de cada uno de ellos, tal vez desconocidas por algunos de los lectores. Y también a Miquel Artigas, por el envío de la portada del nº 6 de Mesa Redonda y la página donde se habla de ajedrez.
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