III Olimpíada de Hamburgo 1930
El 13 de agosto de 2015, escribía algunas cosas sobre esta Olimpíada de Hamburgo de 1930. Unas olimpíadas que organizó de forma excelente el Hamburger SK 1830. Más adelante, y a través del amigo Dominique Thimognier, recibí una petición sobre si podía añadir alguna información complementaria de los jugadores españoles, tanto referente a partidas como en cuanto a las características de cada uno de ellos. Me explicó que su amigo A. J. Gillam estaba terminando un libro sobre dicha olimpíada y precisaba de ella. Consecuentemente, le envié todo lo que tenía a mano y él se encargó de que llegara a este prolífico editor y autor de tantos libros de ajedrez (en este enlace podéis ver algunos de sus títulos).
Al cabo de un cierto tiempo me encontré en el buzón de correos un ejemplar del libro cuya portada podéis ver. No podéis imaginar mi satisfacción al recibir este importante documento. Y ha sido ahora, cuando lo he podido leer con cierta calma, pues no dispongo de todo el tiempo que desearía, que he decidido poner al día la pequeña base que disponía de dicho torneo, con lo que podréis encontrar en el pgn adjuntotodas las partidas que hasta ahora se conocen. Está claro que deben existir aún muchas más, desperdigadas por todos los confines, que ayudarían a aumentar la misma. Pero quién sabe dónde pueden encontrarse (*). Resultaría interesante, pues, que si alguien tuviera más información al respecto nos la hiciera llegar, bien al regidor de esta web, bien incorporándolas en los comentarios del final del artículo.
(*) Hasta ahora se conocían algo más de 270 partidas. En el pgn aludido figuran alrededor de 380. O sea, más de un centenar añadidas. Pero en total aún desconocemos unas 230 aproximadamente.
Si bien en el libro no figuran todas las partidas de dicha olimpíada, debo reconocer que la labor de Gillam es muy meritoria, removiendo cielo y tierra por doquier con tal de localizar las máximas posibles. Ha incluido muchas más de las que figuraban en las bases conocidas y, además, algunas de ellas están con los comentarios de los propios protagonistas, detalle que da más valor a su contenido.
A fuerza de ser franco, diré que el único motivo que me ha inducido a escribir este pequeño relato sobre Hamburgo 1930, cuando ya existía el anterior, es el hecho de que no podía dejar pasar algunos de los comentarios que veréis más adelante, ni tampoco el de incluir en el pgn adjunto muchas más partidas de las que se encontraban en el primero de los artículos, hechos por los que creo que merecía la pena hacerlo. Pero tampoco puedo dejar de lado que me gustaba escribir alguna cosa sobre el II Mundial Femenino y de las jugadoras que lo jugaron.
El equipo español tuvo una actuación más bien floja, pero mucho mejor que la anterior de La Haya 1928. El mejor de nuestro bando fue Plàcid Soler, que obtuvo un 50% de la puntuación, y alcanzó buenos registros contra notables del ajedrez mundial.
En el cuadro que veremos más adelante podéis ver las puntuaciones de todos los jugadores españoles. Como sea que los jugadores de los diferentes equipos no siempre jugaron con el mismo orden de fuerzas en los tableros -no existía reglamentación en este sentido-, he colocado el nombre de los adversarios del equipo español en el mismo orden que figuran nuestros cinco representantes. Ejemplo: en la primera ronda jugaron Balogh, Taubmann, Baratz y Tyroler, contra Marín, Soler, Ribera y Lafora (*), respectivamente.
(*) Lafora no pudo jugar ni esta primera ronda ni la segunda, puesto que su llegada a Hamburgo se retrasó. Como podemos ver en el recorte de Mundo Deportivo, llegó a Barcelona, el día 12 a las dos de la tarde, para tomar el tren vía París, para luego enlazar con otro y dirigirse a Hamburgo. De ahí que no pudiera jugar las dos primeras jornadas. Su llegada a Hamburgo no se produjo hasta el día 15, tras una serie de peripecias en el viaje. Justo a tiempo para jugar la tercera ronda.
Pero a pesar de todo esto el equipo tiró adelante, gracias a su compenetración, ilusión, disciplina y espíritu de sacrificio, como por ejemplo Ribera, que tuvo que enfrentarse a un jugador de la fuerza de Baratz, en primera ronda, después de 48 horas de tren y sin descanso, y que el taxista le envió previamente a la embajada -o consulado, no recuerdo- de Checoslovaquia, en lugar de donde se jugaba el torneo, ya que entendió Chec, en lugar de Chess. Y por el mismo estilo se encontró Golmayo, que apenas llegado a Hamburgo ya debía enfrentarse a Sultan Kahn.
Y el asterisco en las siete primeras rondas que figura en la casilla de Golmayo quiere indicar que no jugó estos encuentros. Su llegada a Hamburgo se produjo justamente para ser alineado en la octava ronda.
Le siguieron en méritos Manuel Golmayo, que no se incorporó al torneo -por motivos profesionales- hasta la 8ª ronda, una cuestión que perjudicó y que restó posibilidades a España. Ribera y el Dr. Lafora hicieron lo que buenamente pudieron. El joven Ribera consiguió vencer a Abramavicius y Krogdahl, alcanzando tablas frente a Gilfer, Larsen, Müller, Taube y sir George Thomas. El segundo obtuvo una valiosísima victoria contra un gran Lokvenc, vencedor de Marshall y Makarcyck, entre otros, y con una puntuación de +8 =4 -2, además de unas meritorias tablas contra Ahues. Su porcentaje debió ser del 23%, puesto que tampoco pudo jugar dos de las primeras partidas.
Muy flojo Valentín Marín, el gran problemista español, que tuvo que soportar el peso de todos los problemas de organización y desplazamiento del equipo, que sólo en ausencia de Golmayo fue el capitán; se desmoralizó a medio torneo; alcanzó unas buenas tablas contra Stahlberg y Wagner, y nunca debió perder la partida contra Weening. Tal vez la edad también tuvo mucho que ver.
No obstante, el maestro Dawid Przepiorka, director de la revista polaca Swift Szachowy, que se editaba en Varsovia, decía lo siguiente, al comentar el partido Polonia-España en lo que fue una jornada negra para el equipo español:
“Rubinstein gana fácilmente a Lafora; Przepiorka gana a Soler en el “debut” (apertura), por haberle hecho entrar en una variante que demostró desconocer. Makarzyk vence a Golmayo en 19 jugadas, en una partida de los cuatro caballos. Sólo Marín se defendió largo tiempo antes de perder ante el maestro Tartakower.”
De otros comentarios en revistas extranjeras extraigo estos que figuran en el periódico El Debate, de Nueva York, que se editaba en español:
“Aunque la actuación de la selección española que tomó parte en el certamen internacional de Hamburgo no ha sido del todo brillante, merece que se analice la labor individual de los componentes del equipo. Según se dio a conocer al terminarse el torneo, España se clasificó en el decimosexto lugar, con un resultado de veintiún puntos y medio lo que equivale a un porcentaje del 32 por ciento. Este resultado, en realidad, no corresponde a la valía actual del ajedrez español. Pero dada la forma en que han tenido que afrontar los representantes de España la dura prueba celebrada, sin preparación de ninguna clase, y con equipo deshecho por circunstancias diversas que no son del caso enumerar, es de reconocer como muy honroso el resultado obtenido.”
“Sin embargo, si los españoles hubiesen podido concurrir con un equipo formado a base de Manuel Golmayo, Dr. Ramón Rey, José Vilardebó y Plácido Soler (*), quienes habían actuado con extraordinaria brillantez en el último torneo Internacional de Barcelona 1929, con una preparación adecuada y sin tener que ceder partidas por falta de jugadores, entonces juzgaríamos tal vez un poco desairado el papel que representaron en Hamburgo.”
(*) Vamos a meter baza: El equipo que, por méritos contraídos en el torneo de la Exposición de Barcelona, tenía que acudir a Hamburgo, era el formado por Golmayo, Rey, Vilardebó y Marín (Vilardebó no pudo desplazarse debido a sus ocupaciones habituales y el Dr. Rey Ardid por enfermedad, esto es lo que se explicó). Soler clasificado detrás de Marín, le correspondía el quinto lugar y de acudir los mencionados a Hamburgo, a Soler, le correspondía la plaza de suplente, dicho sea todo en honor a la verdad.
Vayamos siguiendo con lo que dice El Debate:
“La Federación Española de Ajedrez envió a Hamburgo al notable problemista y actual presidente de esta institución señor Valentín Marín, a Manuel Golmayo, campeón de España; a Ángel Ribera, a Plácido Soler y a Carlos Lafora, conocidos en el mundo ajedrecista.”
“La actuación más brillante de este conjunto quizás haya sido la de Plácido Soler, quien durante casi todo el transcurso del torneo ha sido muy regular a la par que efectivo. En las diecisiete -fueron dieciséis- partidas que ha jugado ha conseguido ocho que puntos, lo que hace un cincuenta por ciento de la puntuación máxima a que podía aspirar, habiendo sido, por tanto, el jugador español que ha sumado más puntos para su equipo. Cierto es que en casi todas las rondas se ha medido con jugadores de inferior calibre, lo que equivale a una relativa ventaja respecto a sus compañeros que sostenían sus luchas con los más fuertes adversarios. Soler tuvo tres o cuatro adversarios muy fuertes, pero resistió airosamente la dura prueba que ello supone, aunque no finalizó su actuación con la regularidad debida.”
“Pasando por alto lo de que Lafora no fuera conocido internacionalmente, cosa muy discutible,-fue nombrado juez internacional para composiciones en 1960, treinta años después de este torneo-, debemos de manifestar que sea por la circunstancia que fuese, Soler fue el que rindió más del equipo. Y en esto sí que no hay secretos. Soler últimamente se hallaba en una forma espléndida.”
“El campeón español Sr. Manuel Golmayo, le sigue en méritos; ha logrado cinco puntos en once partidas, lo que da un 45 por ciento de la puntuación. Golmayo, a pesar de haber demostrado su gran clase de jugador en momentos aislados, tales como obligar al campeón mundial Dr. A. Alekhine a suspender la partida dos veces, quién al final venció difícilmente -téngase presente que el campe6n del mundo en este torneo ha dado cuenta de casi todos sus adversarios muy rápidamente-, no ha respondido su actuación a lo que de ella se esperaba.”
“Es muy elevado, el concepto en que se le tiene para que lo hecho en aquel certamen deje satisfecho al más exigente observador. Pero la forma demostrada hace dos años en La Haya, en cuyo torneo rayó a la altura de su fama, no ha vuelto a aparecer desde entonces, y los aficionados, que recordamos com fruición sus gestas de verdadero campeón, anhelamos la repetición de aquella exhibición que tan alto puso el nombre del ajedrez español, a la vez que demostró a propios y extraños la clase de jugador que existe en Golmayo. Probablemente sus ocupaciones particulares le priven de dedicar al ajedrez las horas necesarias, lo que redunda en perjuicio de su forma de juego que, como ya demostró en el torneo internacional de Barcelona y ahora en Hamburgo, ha sufrido un ligero descenso.”
“Verdaderamente, Golmayo ya sabemos cómo fue a Hamburgo. Precipitadamente, a causa de sus ocupaciones que le retuvieron en Madrid más días de lo que hubiésemos deseado todos dejando de jugar en varias rondas y sin preparación alguna debido a sus asuntos profesionales.”
“Ángel Ribera ha logrado la tercera parte casi de la puntuaci6n máxima pero se esperaba que su actuación mejoraría aún más, puesto que, al contrario de Soler, su juego fue adquiriendo más consistencia, a medida que avanzaba la prueba, logrando honrosas victorias anulando partidas con jugadores de gran calibre, que acreditan sobradamente como acertada su inclusión en la selección. Ángel Ribera, pues, sí mereció los honores de seleccionado, dejó bien sentada su valía.”
“E1 novato en las lides ajedrecistas, Sr. Carlos Lafora, dio buena cuenta de su valía en las primeras rondas, venciendo a Carl Ahues -no es cierta esta afirmación, puesto que sólo alcanzó tablas- y a Lokvenc, del equipo austríaco.”
“Y volviendo a lo de la internacionalidad de Lafora, podemos añadir que hemos visto en la revista valenciana Semana Gráfica -de la que adjunto un recorte en el que se habla del torneo- y en la revista técnica de ajedrez que se editaba en Valencia, AJEDREZ, una caricatura debida al lápiz de un dibujante alemán, -es la que figura más arriba; creo que era un caricaturista habitual en Deutsche Schachblätter-, mérito que no alcanzó ningún otro ajedrecista español de los que concurrieron a Hamburgo, como dice muy bien el Dr. Lafora en una entrevista que sostuvo con el redactor de Semana Gráfica y lo que prueba -dice- que es conocido en el extranjero...”
“La peor puntuación ha sido la del capitán del equipo, señor Valentín Marín; ha anotado en su haber un punto y medio de trece partidas jugadas -en realidad fueron dos de catorce-. Al principio dio pruebas de la gran clase de jugador que encierra el señor Marín, pero luego, el cansancio, y los años, que no pasan en balde, le privaron de poder desarrollar toda su potencia de juego, perdiendo partidas mucho mejor planteadas y otras haberlas empatado cuando tenía asegurado la victoria… pero en las demás sus fuerzas le traicionaron y, a pesar de su férrea voluntad, no pudo continuar con la misma efectividad del principio demostrando toda la gama de su juego variado y científico. La fama y respeto de que goza el eminente problemista en todas partes del mundo, ha quedado bien patente en Hamburgo, pues ha merecido el honor de presidir, junto con otras eminentes celebridades, el banquete con que la Federación obsequió a todos los concursantes, honor éste que es digno de loar al presidente de la Real Federación de Española de Ajedrez.”
“Valentín Marín, que sólo en ausencia de Golmayo fue el capitán con sus años, pudo en el pasado Torneo Internacional de Barcelona entablar con Tartakower, vencer al propio Soler y clasificarse delante de este jugador y de Ribera. No cabe duda de que los años pueden influir en la actuación de un ajedrecista pero, el ajedrez como otros deportes y juegos, tienen los que lo practican sus fluctuaciones de forma.”
“Nuestro maestro Plácido Soler es una palpable demostración de lo que acabamos de escribir. Su brillante actuación de Hamburgo lo revela no sólo de buena forma sino como un valor que con firmeza se adentra en el campo internacional.”
Ahí tenéis los parciales de cada jugador español:
De hecho, hasta el último momento estuvo peligrando la participación de España en esta olimpíada. Para que nos hagamos un poco la composición de cuál era la situación, extraeré unos párrafos sobre un artículo que Valentín Marín i Llovet hizo público y que, además de en otros medios informativos, salió reflejado la página 205 del número 10 de la que era excelente revista valenciana, AJEDREZ. Tal vez así nos daremos cuenta de cómo eran aquellos tiempos convulsos del ajedrez español. De todas formas, la mayoría de las peripecias que tuvieron que soportar los componentes del equipo español ya fueron contadas, de forma bastante exhaustiva, en el primero de estos artículos dedicado al torneo, cuyo enlace hemos visto al comienzo, por lo que no me extenderé más en ello.
“… La Federación Española de Ajedrez fundada en el año 1927, puede considerarse en período de constitución hasta mediados de 1929. No hemos de ocuparnos de esta época de su actuación pues, aun dando por supuestos los defectos inherentes a toda obra en formación, sólo plácemes merece la Junta Directiva, y en especial su presidente, don Juan Beltrán, por haber conseguido llevar a buen puerto la nave en medio de tantos escollos como hubo de sortear.”
“En el año1929, gracias a la esplendidez del Comité de la Exposición de Barcelona, que otorgó una subvención de 30.000 pesetas, y merced también al apoyo económico de algunos mecenas, se hizo posible la celebración de un Torneo Internacional, con pruebas eliminatorias, que equivalían a un verdadero Torneo Nacional, con participación de los valores españoles más destacados. Todo fue muy brillante”.
“Como final del torneo se anunció un Congreso del Ajedrez Hispano, figurando en el orden del día el examen y aprobación de cuentas, que estaban sin este requisito desde la fundación de la entidad, en el año 1927…”
Esto provocó una serie de incidentes que trascendieron a la prensa. Dimitió toda la Junta de la FEDA. Se nombró una comisión gestora formada por Esteve Llobet i Giralt, presidente de la FCd’E y de Víctor Monllau y Antonio Garrigosa Ceniceros. Estos procedieron a que se nombrara una Junta Directiva, que no quiso actuar y acabó mal, como empezó. Continúo con las notas de Marín…
“… Así las cosas, y con motivo del entonces próximo envío al Torneo de Hamburgo del equipo español, la FEDA requirió a todas las entidades federadas para el pago de las cuotas. La Federación Catalana de Ajedrez se manifestó dispuesta al pago mediante determinadas condiciones, entre ellas la de que se convocara cuanto antes una Asamblea que normalizara la marcha administrativa de la FEDA. Aceptadas las condiciones por el entonces -aún- presidente señor Bertrán, nombrose tesorero interino de la FEDA al señor Llorens, secretario de la FCd’E.”
“En cuanto se acaba de exponer, se ve claramente que la FCd’E no actuaba por móviles de carácter político, que no caben en ajedrez, y sí sólo por motivos de orden económico o administrativo…”
“… Ante la desorientación de todos los concursantes, y en vista de los compromisos internacionales ya contraídos y que se iban a dejar incumplidos, y previa consulta telefónica con el campeón nacional, don Manuel Golmayo, que opinó que a todo trance debía irse al Torneo de Hamburgo, se celebró una reunión entre los equipiers designados residentes en Barcelona y representantes de Valencia, Madrid, Sevilla, Murcia y Cataluña, en la que se acordó como única solución posible pedir la dimisión de su cargo de presidente -de la FEDA- al señor Bertrán…”
Y Marín continuaba con su escrito manifestando que, pese a las dificultades de todo tipo, se había desempeñado un decoroso papel en Hamburgo.
Al final, Marín agradecía las intermediaciones de Llobet y Monllau en la aprobación de las cuentas, así como del Tesorero, don Antonio Garrigosa, aunque éstas suponían un déficit de 3.000 pesetas. Lo demás ya lo vimos en el anterior artículo.
Clasificación individual
El detalle de todos los resultados de cada uno de los jugadores nos muestra que únicamente cuatro jugadores terminaron imbatidos: Rubinstein, Havasi, Winter y Alekhine. Este último jugó solamente nueve partidas; aunque las ganó todas no pudo alzarse con el primer premio individual, puesto que la reglamentación decía que debían jugarse un mínimo de doce partidas. También Jakobson no perdió en la única partida que disputó, finalizada en tablas. El dibujo que sigue, de este grandísimo campeón que fue Rubinstein, figura en la entrada -página 3- del libro Los Maestros del Ajedrez, editado en 1922 en La Habana, por Jaime Baca-Arús y José Ricardo López, e impreso por la Librería Cervantes. Este volumen primero estaba dedicado enteramente a Rubinstein y recoge un centenar de sus mejores partidas, desde 1906 hasta 1921.
Akiba Kiwelowicz Rubinstein (1/12/1880-14/3/1961)
(El mejor resultado individual)
(Fuente: libro Los Maestros del Ajedrez - 1922)
Uno de los equipos: Rumanía
¿Por qué incluyo aquí una fotografía del equipo de Rumanía? Pues como recuerdo-homenaje por haber estado sentados en la misma mesa en el banquete de clausura junto a los cinco jugadores españoles. Los jugadores estaban situados en mesas de diez personas; así que ya sabemos con quiénes formaron compañía. Entre ellos cruzaron entusiastas brindis, por Alemania, por su magnífica organización del torneo, por Rumanía y por España.
Entre ellos, el presidente de la delegación rumana mostró su admiración por Vicente Blasco Ibáñez, diciendo que La Barraca era la novela que más le había gustado.
Hamburgo 1930 - Jugadores y delegado del equipo de Rumanía
De izquierda a derecha: Abraham Baratz, John Balogh, Ion
Gudju, Sever Bobeş, Harry Taubman y Alexandru Tyroler
(Fuente: www.stere.ro/cronologie/1930/)
Un notable personaje, Ion Gudju
Ion Gudju era Ingeniero químico. Doctor en química. Un jugador dotado y un notable propagandista de ajedrez entre 1914 y 1932, en el comienzo de este deporte en Rumanía. Participó, junto con delegados de otros 14 países, en la Conferencia de París de 1924 y firmó, en nombre de Rumania, el Protocolo de Establecimiento de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Fue designado delegado de la Federación Rumana de Ajedrez para la FIDE. Fue el iniciador y autor de las primeras revistas de ajedrez rumanas, publicadas en 1914. Participó en el torneo de Hastings 1926-1927 y como jefe de delegación en la Olimpíada de Ajedrez de 1928 (La Haya) y 1931 (Praga). Asistió a varios congresos de la FIDE. Fue miembro de la Comisión de Reglas de Juego de la FIDE y de la Comisión de Calificación de la FIDE. Con motivo de la XXV Olimpiada en Lucerna (1982), es elegido Vicepresidente de Honor de la FIDE. En 1971, y también Presidente Honorario de la FR Shah, cuando también se le otorga el título de Maestro emérito del deporte.
Una curiosidad, la indumentaria de Malik Mir Sultan Kahn
Aunque la imagen que sigue no corresponde a este torneo de Hamburgo, puesto que Malik Mir Sultan Kahn jugó contra Rubinstein cuando Inglaterra se enfrentó a Polonia, sí que corresponde a un match que sostuvo en 1931, en Semmering, contra Tartakower, al cual ganó (+4 -3 =5). Podéis ver las doce partidas en el pgn adjunto. La curiosidad, al margen de que fue un gran ajedrecista capaz de vencer a los mejores, como hizo en Hastings 1930 ganando a Capablanca, está en el tipo de indumentaria que luce este caballero, nacido en la India británica.
Otra curiosidad, Capablanca en la Olimpíada de Hamburgo 1930
Capablanca estuvo también en Hamburgo, pero en esta ocasión no participó en el torneo. Se limitó a sus labores de periodista. No obstante, la visita del cubano en Hamburgo suscitó toda clase de comentarios sobre si podría haber un acuerdo para jugar la revancha del campeonato del mundo contra Alekhine. Desquite que nunca llego a realizarse. En el Times, del 11 de agosto, Edward Samuel Tinsley manifestaba que, durante la visita de Capablanca al torneo de Hamburgo, le había entregado una copia de su correspondencia con Alekhine respecto al match revancha para el campeonato del mundo y añadía que dicho encuentro no se iba a realizar por ahora, quedando suspendidas las negociaciones entre los dos jugadores, a pesar de que Capablanca intentaba conseguir el apoyo financiero para que el match se jugara en las mismas condiciones que el de Buenos Aires 1927. Así, pues, Capablanca se limitó a escribir los artículos sobre el torneo para el periódico que colaboraba.
Capablanca estuvo en primer lugar en Berlín, a donde llegó el 18 de julio, procedente de París…
… Allí participó los días 19 y 20, en el Luna Park, en dos partidas de ajedrez vivientecon Herrn Eltsner, aunque ambas quedaron sin terminar en posiciones complicadas. Antes había jugado 30 simultáneas en el Café Moka Efti. Por la noche del día 20 siguió viaje hacia Hamburgo, después de comprar un juego de ajedrez magnético.
Sobre la estancia del excampeón en Hamburgo y la presencia de Alekhine, así como algunas opiniones sobre el desarrollo del certamen, en una entrevista que Ricard Guinart Cavallé realizó a Àngel Ribera, éste manifestó lo siguiente:
“… El banquete dado en honor de los participantes al Torneo por el Presidente del Senado de Hamburgo, en un salón riquísimamente adornado, amplio (muchísimo más grande que nuestro Salón de Ciento) iluminado con derroche de luz, servido de una manera espléndida (todos los cubiertos eran de plata) y los manjares extremadamente abundantes, puso un marco al Torneo para hacer resaltar más aquella organización antes aludida.”
“ Y el trato en todos los momentos y en cualquier asunto, fue siempre afable y correctísimo, que dejará vivamente grabados a todos los participantes en general y a nosotros especialmente, porque hay que reconocer que fuimos tratados con una franca simpatía, una amistad sincera y leal la que nos brindaron los organizadores del magno Torneo de Hamburgo.”
“De entre todos los participantes destacó también la simpatía que demostró tener hacia nosotros el honorable ajedrecista inglés Sir Georges Thomas. Una persona finamente educada, riquísima según tengo entendido, pero que a pesar de ello nada orgulloso y trata a todos con la misma amabilidad. En fin, todo un gentleman.”
Barcelona, enero de 1935
(Ricard Guinart, Francesc Armengol, Sra. Alekhine,
Alekhine, Valentín Marín y Francesc Carreras)
(Foto: Archivo)
“El reverso de la medalla es Alekhine. Serio, bordeando la antipatía. Muy poco amable al menos. Yo adquirí varias fotografías, entre ellas una del campeón del mundo. Un señor que me hacía las veces de intérprete en los casos de apuro, que eran abundantes porque no entendía una sola palabra de alemán, fue el que en tonos amables solicitó en mi nombre que estampara la firma en su retrato para poderla ostentar en la “Penya Alekhine”, de Barcelona -Ribera decía esto porque había sido el tesorero de dicha peña de ajedrez y quería hacerles este obsequio-. La respuesta fue negativa. En cambio tengo multitud de fotografías de los maestros más destacados concurrentes a Hamburgo, que fueron firmadas sin necesidad de intérpretes. El campeón no está para firmas...”
“Estuvo allí Capablanca. Estuvo afectuosísimo con nosotros, invitándonos a los del equipo a tomar un refresco en un Dancing.”
“Allí se habló del encuentro para el título entre Alekhine y el maestro cubano. Según parece, Alekhine no quiere jugarlo en La Habana tal como Capablanca propone, obligado éste porque ya se tiene a disposición de ambos la suma necesaria para el match. Pero Alekhine se niega rotundamente a jugar en Cuba alegando que el clima podría perjudicar sus facultades y en cambio favorecer las de Capablanca.”
“¿El clima? Si no recordamos mal -decimos nosotros- Tchigorine, Blackburne y Steinitz, grandes maestros del siglo pasado, jugaron en la Habana y vencieron a pesar del clima. Además en verano, en Nueva York hace más calor que en invierno en la Habana. Nosotros no hemos residido en La Habana, pero por boca de personas que allí han residido, aseguran que el clima es delicioso. (Estas palabras si no son las mismas, se parecen casi con exactitud a las que oímos de labios del Dr. Carvajal y de don Manuel Golmayo, que creo sabrán eso del clima de la Habana).”
“Pero preguntamos nosotros, -decía Guinart-, ¿es cuestión de clima el jugar un match para el título? Hay rivalidades que son atentatorias a las condiciones climatológicas de las ciudades. En definitiva, las impresiones son de que no hay tal match y sí un poco de miedo por ambas partes. R. G. C.”
II Campeonato Mundial Femenino Hamburgo 1930, nueva victoria de Vera Menchik
Casi paralelamente al torneo, también se jugó en Hamburgo el mundial femenino, Copa Margaret Hamilton Russell. Venció Vera Menchik -aunque nacida en Moscú, era hija de padre checoslovaco y madre inglesa- nuestra conocida del Torneo Internacional de Barcelona 1929. Ya había conseguido el título en Londres 1927, lo revalidó en este de Hamburgo 1930, y siguió con esta tónica en los de Praga 1931, Folkestone 1933, Rotterdam 1934 (match a 4 partidas contra Sonia Graf), Varsovia 1935, Estocolmo 1937, Semmering 1937 (match a 16 partidas contra Sonia Graf) y Buenos Aires 1939.
O sea, podemos decir que siempre fue la campeona femenina del mundo mientras vivió. El primero de ellos representando a la Unión Soviética; el ultimo al Reino Unido. Todos los demás bajo la bandera de Checoslovaquia. Falleció en 1944, en un bombardeo, durante la segunda guerra mundial. Las cuatro partidas que he localizado de este torneo figuran en el pgn. La campeona se llevó una barrita de oro como premio, una valiosa medalla del campeonato y un frutero de plata. Hubo premios de objetos artísticos para todas las concursantes.
Veamos el cuadro de la clasificación final…
Y aquí podemos ver de nuevo a la campeona en un sello de correos, emitido en Yugoslavia en 2001.
Paula Klein Wolf-Kalmar
Paula Wolf-Kalmar fue siempre delante del torneo hasta finalizar la sexta ronda, con un punto de ventaja sobre Menchik, mientras que las otras tres jugadoras quedaban muy rezagadas. Fue en la séptima ronda cuando Paula perdió, con blancas, contra Menchik, y en la última ronda volvió a perder, esta vez contra la hamburguesa Wally Henschel. Tal vez su delicado estado de salud fuera la causa de una segunda vuelta tan floja; a pesar de todo jugó muy bien.
Esta excelente jugadora austríaca, nacida en Agram, hoy Zagreb y entonces bajo el dominio de la monarquía austro-húngara, el 11 de abril de 1880, falleció en Viena el 29 de septiembre de 1931, a poco más de un año de celebrarse este campeonato mundial. Padecía diabetes. En su primer enlace matrimonial tomó el nombre de Kalmar, y en el segundo, el de Wolf, apellidos de sus maridos. Tuvo al menos un hijo y era modista de profesión, ejerciendo la misma en un pequeño local en Viena.
Fue realmente la animadora del torneo y una gran adversaria de Menchik. La única fotografía que he localizado de ella la podéis ver ahora. Pero, ¿quién era esta jugadora, desconocida para la mayoría de ajedrecistas? Lo veremos más adelante.
En el enlace de la imagen anterior también he encontrado algunas cosas sobre ella, que creo que pueden ser interesantes para el conocimiento de la historia.
Una de ellas es un artículo escrito por la señora Kalmar y relacionado con las mujeres en el ajedrez, que apareció en el nº 1, pág. 21, de la revista Neue Wiener Schachzeitung, que podéis ver en la imagen siguiente:
Otra es una especie de historial sobre su vida ajedrecística que, más o menos dice lo siguiente:
“Paula Kalmar se familiarizó por primera vez con el juego de ajedrez a fines de 1913, es decir, a la edad de más de 30 años, a través de un amigo, el magistrado Johann Schöpfleuthner. Luego aprendió más, unos meses después, con el famoso libro de texto de Dufresne. Más adelante visitó el club de ajedrez amateur vienés y se convirtió en miembro. El club de aficionados de Viena, fundado el 29 de diciembre de 1897, ya era uno de los más grandes y populares clubs de ajedrez de Viena (en 1913 tenía más de 100 miembros); por cierto, el más antiguo, que todavía existe. Ofreció conferencias e introducciones gratuitas al juego del ajedrez, se jugaron torneos internos, competiciones y partidos fuera de casa. Los miembros más conocidos, grandes maestros, funcionarios e intelectuales como los hermanos Arthur y Savielly Tartakower, Richard Réti, Heinrich Wolf, Hermann Weiss senior y, a veces incluso, Dawid Przepiorka y Aaron Niemzowitsch. En 1913, el maestro Otto Strobl era presidente, la sede del club era el Café Liebighof. Paula Kalmar avanzó rápidamente en este estimulante ambiente. Desde 1915 comenzó a tocar madera todos los días habiendo tomado lecciones de Richard Réti. Y después de la Primera Guerra Mundial, especialmente con Heinrich Wolf, quien también se convirtió en su segundo marido en 1925: “Fue él quien me abrió el espíritu del juego que me dio uno fuente inagotable de alegría y placer(Neue Wiener Schach-Zeitung 1923, 23)”. Desafortunadamente, este matrimonio duró solo unos pocos años.”
“Su fuerza de juego había crecido tanto hasta mediados de los años veinte que era considerada una "campeona continental", porque la excepción invencible en el ajedrez femenino, Vera Menchik, vivía en Inglaterra. Ya en 1923, Paula Kalmar declaró con orgullo: "Me complace ver que puedo reunir el valor de preguntarme si soy capaz de enfrentarme a todos los jugadores que me desafían y a competir a nivel internacional.” Se sentía alentada por nada menos que Rudolf Spielmann, que la equiparaba al nivel de la “inglesa” Menchik y el maestro no se equivocaba sobre su talento. En 1921, Kalmar participó en el primer torneo femenino de Viena y convenció a jugadoras fuertes como Cecily Ausch, Malvine Stern o Josefine Pohler para dar un paso hacia adelante en el ajedrez femenino, entonces dominado por los hombres.”
Más adelante, en el Wiener Schach-Zeitung 1931, p241, apareció una nota sobre su fallecimiento que decía así:
“Paula Kalmar-Wolf sorprendentemente murió de diabetes en Viena, el 29 de septiembre de 1931 a la edad de 51 años, demasiado temprano para presenciar el gran desarrollo de ajedrez femenino. Pero ya en 1923 se dio cuenta con un casi profético artículo publicado en la Neuen Freien Presse, donde vaticinaba lo siguiente:
"A pesar de los numerosos seguidores del noble juego, el mundo no ha oído hablar de una mujer fuerte hasta finales del siglo pasado. La causa es que las mujeres se han mantenido alejadas de la vida pública durante siglos. Estoy convencido de que en 50 años también habrá mujeres grandes maestras."
“Es triste que sólo unas pocas partidas hayan sobrevivido de una jugadora tan prominente e importante. De sus partidas de la Copa Mundial, solo unas pocas, y de todos los torneos femeninos en Viena, se conoce sólo una partida, que fue comentada por su esposo, Heinrich Wolf. Un segundo ejemplo de su estilo de juego ofensivo es la partida contra el fuerte jugador del torneo principal de Viena, Theodor Gerbec (*).”
(*) Ambas figuran en el pgn.
Wally Henschel (Hamburgo, 9/9/1893 - Miami, 13/12/1988)
Wally estudió música en el Musikstudium Bernuthschen Konservatorium, en el cual se graduó en 1909 y, con el tiempo, se convirtió en profesora de canto y piano, mientras que su hermana gemela, Kate, que también jugaba, y bien, al ajedrez, (ésta falleció el 16 de mayo de 1991, dos años y medio después de Wally), trabajaba como secretaria. Su puesta en escena más importante fue en el U.S. Women`s Championship de 1944, jugado en el Park Central Hotel. Se anunciaba el torneo con la inclusión de dos nuevas “participantes cualificadas”. Hacía poco que ambas se habían establecido en los Estados Unidos. Después de enfrentarse a las crecientes restricciones de los judíos en la Alemania nazi, las hermanas comenzaron a planear su exilio. Abandonaron Alemania en marzo de 1939 y llegaron a Nueva York meses después de una larga y peligrosa ruta a través de los Países Bajos, Inglaterra, India occidental, América Central y Haití. Su ubicación en los Estados Unidos fue muy difícil. A Wally le resultó imposible establecerse como profesora de música, y las hermanas se vieron obligadas a vivir de un familiar durante algunos años. Wally había perdido la vista de un ojo y, el otro, con el tiempo, seguiría el mismo camino. Kate, finalmente, encontró trabajo de secretaria mientras Wally abría una pensión. Una vez se hubieran estabilizado sus cuestiones laborales, se unieron en la escena del ajedrez de Nueva York, ingresando en el campeonato femenino que antes he aludido. A mediados de los años cincuenta, su estela ajedrecística se fue apagando y ambas hermanas dejaron de competir.
La que fue reina del ajedrez estadounidense, Mona May Karff, la podemos ver en la siguiente foto jugando contra Kate Henschel en el Campeonato Femenino de EE.UU de 1944. En este torneo las damas tuvieron un gran número de seguidores y admiradores entre la audiencia. Wally fue una de las pocas jugadoras que consiguió vencer a Menchik. Las otras dos jugadoras que la vencieron en toda su vida ajedrecística fueron: Sonja Graf (3 de 23) y Edith Price de Inglaterra (4 de 14). El resultado de Wally fue 1 de 4. Su victoria sobre Menchik dio la vuelta al mundo. He localizado una partida de Mona May Karff, pero jugando contra Wally. Es del campeonato de 1946. Esta última recibe un fuerte correctivo. Podéis verla en el pgn.
Kate Henschel (izq), jugando contra Mona May Karff
(Fuente: www.chess.com/article/view/american-woman-part-ii)
Agnes Bradley Lawson-Stevenson (Durham 30/11/1873 - Poznan 20/11/1935)
Nació a finales de noviembre de 1873 y falleció el 20 de agosto de 1935, cinco años después de este torneo. Fue cuatro veces campeona femenina de Inglaterra (1920, 1925, 1926 y 1930). Obtuvo el tercer lugar en el Torneo de Merano 1924. Más adelante, en un match entre Londres y Viena, formado por tres jugadoras por bando, Stevenson, Cotton y Halloway, vencieron a Paula Wolff-Kalmar, Pohlner y Gülich. Se casó con Rufus Henry Streatfeild Stevenson, quien fue encargado de suscripciones y/o colaborador de la revista British Chess Magazine, miembro del West London Chess Club, y más tarde secretario de honor de la British Chess Federation.
Agnes Stevenson tuvo un trágico final mientras estaba en camino para jugar el mundial femenino de 1935. Después de volar desde Berlín, parece ser que en Poznan debía desembarcar y pasar un control de pasaporte. Al darse cuenta de que el avión estaba a punto de reiniciar el vuelo hacia Varsovia, ella corrió hacia la parte frontal del mismo en lugar de hacerlo hacia la parte trasera y, la hélice que ya giraba, le golpeó la cabeza y la mató.
O sea, que su muerte le impidió participar en este torneo. Otro mundial que ganó Menchik -quien curiosamente en 1937 se casaría con el marido de la difunta Agnes Stevenson-, venciendo en todas las partidas. Podéis ver más información al respecto en este enlace.
Este reloj que sigue lleva la inscripción Agnes Stevenson Memorial Fund - The Property of the Kent County Chess Association. Fueron fabricados para la fundación de referencia y, aunque no son muy raros, tampoco se fabricaron muchos. Actualmente es como una reliquia, apto para los buscadores de antigüedades. En diciembre del 2009 se vendió un ejemplar por 435 libras.
Anna Katarina Beskow (Estocolmo, 2/2/1867 - Salzburg, 12/8/1939)
Fue en la Olimpíada de Londres, en 1927, cuando la FIDE organizó por primera vez un torneo de la Copa del Mundo para mujeres. Participaron doce jugadoras y Vera Menchik ganó su primer título mundial, con algo más de veinte años. Totalizó 10½ puntos de once partidas, siendo el segundo lugar, con 9 puntos de once partidas, para la sueca Katarina Beskow, que ya había pasado de los sesenta años. Sí, ¡una sueca en el segundo lugar en un campeonato mundial! Esto era noticia en aquellos tiempos. Hoy ya no lo sería tanto.
No obstante, en este torneo de Hamburgo no estuvo a la altura del anterior. Únicamente pudo ganar dos partidas y ambas fueron contra la británica Stevenson. Fue Katarina quien fundó e inició las actividades en el club de ajedrez femenino de Estocolmo en 1912, Stockholms kvinnliga schackklubb, y fue presidenta del mismo. Básicamente se dedicó a enseñar ajedrez a otras mujeres, organizando torneos y, sólo con posterioridad, desarrolló su carrera como jugadora. He leído en un artículo que fue capaz de obtener tablas contra Alekhine en unas simultáneas celebradas en 1914 -ver pgn- y vencer a Spielmann, en otras, en 1920. Más tarde se le añadiría, como ajedrecista importante, Hanna Bernhagen. De esta jugadora he localizado una partida que jugó en el torneo de Breslau (Wroclaw-Polonia), contra una de las integrantes de este campeonato mundial: Paula Wolf-Kalmar. Una partida que he incluido en el pgn y donde veremos que existen errores por ambas partes, aunque se impone la sueca, que pudo perder tras su error en la jugada 28.
En aquel club recibió los consejos de Ludvig Collijn (20/11/1978 - 4/10/1939), que asumió el papel de mecenazgo para asesorar a la recién iniciada. Collijn fue un autor de libros de ajedrez y presidente de la Swedish Chess Federation, desde 1917 hasta 1939. En el primer Campeonato de ajedrez nórdico celebrado en el año 1897, en Estocolmo, Collijn respondió a 1.e4 con 1...d5. Esta apertura -o defensa- de ajedrez, en aquel momento fue bautizada como Centre Counter Gambit, ahora se conoce comúnmente como Defensa Escandinava. Por cierto, una defensa que desde mi juventud siempre ha merecido mis preferencias, con todas las luces y sombras de sus variantes. En 1912, él y su hermano Gustav organizaron la Conferencia Internacional de Ajedrez que se celebró en Estocolmo.
Existen diversas opiniones sobre la fecha de defunción de Katarina. Hay quien anota que falleció en 1937, en Tullstorp, Suecia. Por lo menos esto es lo que figura en su álbum familiar. (Ver este enlace). Pero en Sveriges dödbok 1901-2013, se indica que fue en Tullstorp, pero el 11 de agosto de 1939.
Y esto es todo. Como siempre, empiezo con un tema y termino donde no pensaba hacerlo, pero a veces unas cosas me llevan a otras. Estoy seguro, no obstante, que todo lo que habéis leído os habrá ayudado a pasar un rato entretenido. Al menos esto espero. Disculpad si en todo este entramado de información he podido cometer alguna equivocación.
Joaquim Travesset
21 de marzo de 2018
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